Desde aquí defendimos la inversión de mas de 3 mil millones de pesos pagadas por el ministerio solo para la transmisión del programa Aprendiendo en casa desarrollado por la pandemia. Dijimos entonces que todo el mundo estaba inventando y que había que sobrellevar los errores ante una situación desconocida por la pandemia.
Nunca entendí porque se le asignaron transmisiones a algunos medios sin ningún impacto pero un trabajo del periódico hoy reveló que la estrategia de clases a distancia nos costó mas de 25 mil millones de pesos el resultado fueron niveles de aprendizaje insignificantes. Ese año terminó sin que el minerd lograra entregar todos los dispositivos comprados y que nos costaron mas de 19 mil millones de pesos. Solo siete provincias todos los niños recibieron dispositivos en las otras una parte.
Este año termina con par de escándalos desde el concurso de oposición docente hasta la designación de manera administrativa de los directores de distrito.
Todo lo que se perdonó en el 20-21 se cuestionó en el 21-22 porque ahora no había excusas ante la falta de libros y registros. Retrasos en el pago a maestros y maestras contratados y uno de los escándalos mas grandes que todavía sigue en investigación que fue el del Insitutio Nacional de Bienestar Estudiantil.
El INABIE que maneja cerca de 30 mil millones de pesos es un ministerito que depende del minerd, el escándalo provocó la sustitución del director y el resto ustedes lo saben.
Ayer la DGCP suspendió otra licitación del susodicho ministerio y una no sabe qué falta.
Es evidente que hay un problema que no se supera con comunicación porque la comunicación no sustituye la gerencia efectiva o la calidad de una actividad o proyecto. Eso lo digo en mi clase.
Hay una parte de la administración de Abinader que no entiende lo que está pasando en el mundo y en la República Dominicana. Para fines de política la clase media no es la mayoría pero es la que asume posturas y lidera procesos. Esa clase media que en su estrato mas bajo aspira a librarse de la educación privada le tiene los ojos puestos al ministro de educación.