El conflicto armado entre Armenia y Azerbaiyán por Nagorno Karabaj ha resonado en Washington. Simpatizantes del lado armenio protestaron en contra del apoyo del presidente turco Recep Tayyip Erdogan a las fuerzas azerbaiyanas.

El apoyo de Turquía ha sido visto con preocupación por la comunidad internacional. Francia acusó a Ankara frente a la OTAN de realizar acciones desestabilizadoras en el Cáucaso sur. Sin embargo, Erdogan se mantiene firme en su respaldo.

“El Estado hermano de Azerbaiyán ha iniciado una gran ofensiva para defender sus propias tierras y liberar Nagorno-Karabaj que está bajo ocupación. El ejército azerbaiyano, que avanza con éxito en el frente, ha liberado numerosos emplazamientos. Con toda nuestra capacidad y todo nuestro corazón, seguiremos estando al lado de Azerbaiyán”, aseguró Erdogan.

La situación se complica dentro y fuera del enclave separatista. Este viernes la capital de Nagorno Karabaj sufrió una gran ofesiva de Azerbaiyán que dejó al menos una decena de muertos. Armenia dice estar lista para negociar un alto al fuego. Aunque las autoridades de Nagorno Karabaj no se plantean declarar una tregua unilateral, ya que su intención es “imponer la paz” a Azerbaiyán, señaló el jefe de la diplomacia de la autoproclamada república, Masis Mailián.

Emmanuel Macron aseguró tener pruebas”fehacientes” que un grupo de trescientos combatientes sirios de grupos yihadistas se han desplazado a Nagorno Karabaj y añadió que “se está preparando otra operación idéntica” para los próximos días. el presidente francés denunció anteriormente el envío de mercenarios por parte de Turquía a la zona.

Desde el comienzo del conflicto el pasado domingo decenas de civiles han perdido la vida en Nagorno Karabaj, situado en territorio azerbaiyano pero mayoritariamente poblado por armenios.