Es una imagen que parecía haber quedado atrás. La instalación de un hospital de campaña para atender pacientes de COVID-19. Este está en la provincia aragonesa de Zaragoza, en España, una de las regiones que más brotes está sufriendo.
España es el primer país de Europa Occidental en número de infecciones. Los expertos sanitarios creen que la situación está en un punto de inflexión en el que las cosas pueden mejorar o empeorar. Y el hospital se está preparando por si acaso.
Vuelta al cole ¿con o sin mascarilla?
Varios países europeos como Alemania han advertido contra los viajes no esenciales a zonas de España. Pero sus cifras no están tampoco lejos de ser alarmantes. Alemania ha registrado el mayor aumento diario de casos de coronavirus en más de tres meses. Más de 1.200 casos. Un crecimiento que achacan a la vuelta de vacaciones.
Mientras tanto, las escuelas están reabriendo entre discusiones sobre si los niños deben usar mascarillas en clase. Miguel Góngora, representante de los estudiantes y presidente del comité de escuelas estatales de Berlín (LSA), dice que “desde nuestro punto de vista está particularmente justificado el uso de máscaras. Es algo bueno, porque así puedes protegerte a ti mismo y a los demás. Pero también es importante que te sientas cómodo cuando lo hagas en clase, también hay una propuesta para hacerlo en clase”.
Cifras récord en Grecia
Otro país con cifras récord es Grecia, con su mayor número de nuevas infecciones desde el inicio de la pandemia con más de 260, una tendencia en aumento. Ha sumado además dos fallecidos, lo que eleva el balance total de muertos por coronavirus a 216.
Las autoridades culpan del aumento de los casos al incumplimiento de las normas de distanciamiento social en restaurantes, bares y reuniones públicas.
Reino Unido cambia su metodología de recuento
Reino Unido, por su parte, ha informado de una reducción de más de 5.000 muertes por el virus, pero se debe al método de conteo.
Antes se incluía en los registros a cualquier fallecido que hubiera dado positivo en una prueba de COVID sin importar la causa real de su muerte. Ahora se ha impuesto un límite de 28 días, proporcionando una imagen más precisa de la pandemia.