La campaña de vacunación contra la COVID-19 comenzará el próximo 27 de diciembre en España, un día después de recibir las primeras dosis. Se vacunará de forma prioritaria a las personas de edad avanzada que viven en residencias de ancianos y al personal de estos centros. Después, al personal sanitario y a los ancianos y personas vulnerables que no entraron en el primer grupo. El anuncio del ministro de Sanidad, Salvador Illa, tiene como telón de fondo un alarmante aumento de los contagios. Este viernes ha sumado 11.815 casos más de coronavirus y 149 fallecidos. La incidencia acumulada sube hasta alcanzar los 214 casos por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas.

“Es una situación preocupante o muy preocupante la que estamos viviendo en estos momentos en España, con un cambio de tendencia claro en la evolución de la pandemia, de incremento de casos en la mayoría de comunidades autonomas, y de estabilización y, por tanto, (es el) fin del proceso del descenso de casos en algunas comunidades autonomas”, explicaba Illa.

Una situación que ha llevado a varios gobiernos regionales a endurecer las restricciones vigentes de cara a la celebración de las fiestas de Navidad y fin de año. Algunos, han eliminado el concepto de “allegado” en las reuniones familiares, otros las han reducido a un máximo de seis personas e incluso se llega a exigir que estén empadronadas en la misma autonomía.

El Gobierno central, por su parte, mantiene inalterados sus planes de vacunación:

“Seguimos pensando que en torno a mayo o junio habrá entre 15 y 20 millones de ciudadanos españoles vacunados, inmunizados. Iremos dando la información conforme tengamos más detalle de las cantidades concretas que recibiremos y cuándo, de la vacuna Biontech Pfizer y de la vacuna de Moderna”, contaba el ministro.

Illa ha advertido de que el inicio de la vacunación no se traducirá en un levantamiento de restricciones de forma inmediata. Hay que seguir con ellas y respetarlas a pie de la letra para frenar la propagación de la pandemia.