No ha sido necesaria la evacuación de la isla al no llegar a la escala suficiente, según la Agencia de Meteorología de Japón.
La erupción ha lanzado flujos de ceniza y gas sobrecalentados, pero no han alcanzado las zonas residenciales.
El mismo volcán entró en erupción en 2015, lanzando cenizas y humo a miles de metros de altura y flujos piroclásticos potencialmente mortales que llegaron al mar.
Alrededor de 100 personas viven actualmente en la isla. Japón tiene 110 volcanes activos y monitorea 47 de forma constante.