Joe Biden promete que Vladímir Putin “pagará un precio” por invadir Ucrania, durante su primer discurso sobre el Estado de la Unión. También prometió “salvar la democracia”.
La economía estadounidense acaparó buena parte de su intervención. Biden habló de políticas para controlar la inflación y de aumentar el salario mínimo.
“El último ataque de Putin contra Ucrania fue premeditado y sin provocación. Rechazó los esfuerzos diplomáticos. Pensó que Occidente y la OTAN no responderían. Y pensó que podría dividirnos aquí en casa en esta Cámara y en Europa. Putin estaba equivocado”, dijo Joe Biden, presidente de Estados Unidos.
Mientras aplaudía la valentía de Ucrania ante la mirada de su embajadora en Estados Unidos, Biden insistió en que va a perseguir a los oligarcas, cuya riqueza ayuda a sostener la economía rusa:
“El Departamento de Justicia está creando un grupo de trabajo dedicado a perseguir los crímenes de los oligarcas rusos. Nos estamos uniendo a los aliados europeos para encontrar y confiscar sus yates, sus apartamentos de lujo, sus aviones privados. Vamos a por vuestras ganancias ilícitas y esta noche anuncio que nos vamos a unir a nuestros aliados para cerrar el espacio aéreo estadounidense a todos los vuelos rusos”.
El estallido de la guerra en Europa obligó a Biden a cambiar el guion. Aunque con la vista puesta en las elecciones legislativas de noviembre y su caída de popularidad, que ronda el 40%, solo dedicó a Ucrania unos diez minutos de la hora que duró su discurso, para centrarse en temas internos. Su mensaje fue que Estados Unidos está saliendo de la pandemia y quiso transmitir una sensación de confianza económica.
Entre sus prioridades: reducir los precios de la energía, los medicamentos y del cuidado de los niños.