Un rayo de esperanza en la lucha contra la pandemia. Estados Unidos va a autorizar el primer tratamiento efectivo contra el virus. Se trata del Remdesivir, desarrollado inicialmente como un tratamiento para el Ébola, que acorta en un promedio de cuatro días el tiempo que tardan los pacientes con COVID-19 en recuperarse.
“Una mejora del 31% no es lo mismo que un golpe de gracia del 100%. Pero es una prueba importante porque lo que está comprobado es que es un medicamento que puede bloquear este virus”, ha dicho el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas y asesor del presidente Donald Trump.
Las bolsas reaccionaron con subidas en todo el mundo por la noticia del posible tratamiento, cuyos resultados positivos rebate un estudio realizado en China.
Sea como sea, el Gobierno estadounidense trabaja para que el Remdesivir esté disponible para los pacientes lo antes posible.
Mientras, en Europa, el Reino Unido trabaja con 8.000 pacientes en un ensayo clínico dirigido por la Universidad de Oxford. Están probando cinco medicamentos existentes, incluida una terapia combinada contra el VIH y un medicamento contra la malaria.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reclutado a más de 1.200 pacientes en más de 100 países para el llamado “ensayo de solidaridad” global.
En Francia, un medicamento para la artritis (Tocilizumab) ha demostrado ser prometedor en la prevención de la inflamación extrema en pacientes con COVID-19 gravemente enfermos. Dicho tratamiento, que suprime la respuesta inmune natural del cuerpo, reduce “significativamente” el número de muertes o intervenciones con soporte vital.