Centenares de personas han salido en los últimos días a las calles en Irak para pedir mejores servicios básicos, pese al toque de queda, a los muertos y a los cerca de 3000 heridos.
Las protestas en Bagdad, la capital, se intensificaron en la tarde del viernes, cuando hubo almenos 4 muertos por disparos de francotiradores no identificados.
Después, las decenas de manifestantes que se concentraban en el centro de la ciudad, se convirtieron en centenares.
Las fuerzas de seguridad trataron de dispersarlos con gases lacrimógenos, cañones de agua y tiros al aire, lo que causó más heridos.
En un discurso televisado,el primer ministro iraquí, Adel Abdelmahdi, ha llamado a los manifestantes a que mantengan un diálogo con el Ejecutivo.
Los manifestantes también critican la corrupción y el desempleo.
