La policía alemana ha dispersado este miércoles a un grupo de manifestantes que protestaban en el centro de Berlín contra las restricciones para combatir el coronavirus.
Los agentes accionaron cañones de agua después de que la multitud ignorase sus peticiones de que acataran las normas sanitarias para evitar la propagación de la pandemia.
Las protestas se convocaron mientras comenzaba el debate parlamentario sobre una ley que reforzará la base legal para que el Gobierno imponga nuevas normas para frenar los contagios. Una vez aprobadas en las dos cámaras del Parlamento, las propuestas deben ser firmadas por el presidente. Aunque esas medidas tienen el apoyo de gran parte de la población, una minoría muy activa denuncia restricciones anticonstitucionales.
Las autoridades habían prohibido varias protestas directamente ante el edificio del Parlamento por motivos de seguridad, y acordonó una zona que incluía el Bundestag.
Elogiada por su gestión de la primera oleada de la pandemia, Alemania ha sufrido un brusco aumento en los contagios. El país registra en total 833.000 casos y más de 13.000 muertes confirmadas por coronavirus.