La ampliación del aeropuerto de El Prat, en Barcelona, divide a autoridades locales y nacionales. Prevista para 2030, la extensión ha sido apoyada por el Gobierno español, que ve el proyecto clave para la recuperación económica de la región y del país. El presidente Pedro Sánchez, justificó el proyecto como “clave para la consolidación de la recuperación económica”. En una rueda de prensa, el mandatario añadió que “en los últimos años Cataluña ha estado por detrás de esa recuperación económica, así que con este acuerdo estamos sentando las bases para que Cataluña se recupere a un mayor ritmo y por tanto contribuya de manera mucho más importante a la recuperación económica del conjunto del país”, explicó Sánchez.

Aplaudida también por el sector empresarial, la construcción de una tercera pista en el aeropuerto es vista como un desastre ambiental por organizaciones ecologistas, e incluso por el propio alcalde de El Prat de Llobregat, Lluís Mijoler, para quien “ampliar la tercera pista 500 metros supone en la práctica la desecación en su totalidad de un entorno natural, que es un espacio de tránsito de aves migratorias y que tiene su propia biodiversidad”.

El proyecto afectaría al espacio protegido del Delta del Llobregat, de vital importancia ya que protege las zonas húmedas de la desembocadura del río del mismo nombre.