A las 23:00 horas, en Londres, las campanadas del Big Ben dieron paso a un momento histórico para el Reino Unido y la Unión Europea. Se consumaba, oficialmente, el divorcio entre ambas partes, más de cuatro años después de que los británicos votaran a favor del Brexit. Terminaba una relación de 47 años.
“Es un momento increíble para esta nación. Tenemos nuestra libertad en nuestras manos y depende de nosotros mismos, aprovecharla al máximo. Creo que se impondrá el instinto abrumador de la gente de esta nación, de unirse como un Reino Unido, con Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, trabajando juntos para mostrar nuestros valores en todo el mundo. Trabajando y liderando, tanto el G7 como la cumbre sobre el cambio climático COP 26 en Glasgow”, declaraba el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson.
Al otro lado del canal de la Mancha, Emmanuel Macron aseguraba que Gran Bretaña seguiría siendo “nuestro amigo y aliado” después del Brexit.
“Esta elección de dejar la Unión Europea, este Brexit, es hijo del malestar europeo y de muchas mentiras y falsas promesas. Pero quiero decirles muy claramente, esta noche, que nuestro destino está, ante todo, en Europa”, declaraba el presidente francés Emmanuel Macron.
Gibraltar será parte de la zona Schengen para asegurar la fluidez, en su frontera con España, tras un acuerdo crucial firmado pocas horas antes de la fecha límite del Brexit. La UE enviará a la guardia fronteriza para facilitar la libre circulación hacia y desde el Peñón.