Las fechas navideñas se correponden con los días de oro del marisco gallego. Cientos de mariscadores se adentran en el mar estos días para conseguir el producto más demandado en estas fechas en España: el marisco. Con el raño al hombro para no deteriorar el medio marino y con el cubo flotante en mano recogen berberechos y almejas. El raño permite que no se esquilme el banco marisquero ya que impide que se capturen bivalvos de pequeño tamaño. Este año, además, toman todas las medidas sanitarias necesarias para conseguir un producto seguro.
“Poniéndonos la mascarilla. Aunque en el barco no hace falta porque somos de la misma casa y no nos hace falta. Si es de diferente vivienda, sí”, destaca Eva, una de las mariscadoras de Noia.
La crisis del coronavirus también golpea al sector
Prevén que la facturación no alcance los 10 millones de euros. La mitad de todo lo que vendieron el año pasado. Las principales causas son: el parón de la pandemia y la caída de los precios producida por el descenso de la demanda tras el cierre de la hostelería. Las lonjas de Testal y O Freixo en las que se vende todo el bivalvo de esta zona marisquera son las lonjas de mayor venta en España.
Juan es una de los mariscadores que vende su producto en estas lonjas. _”Hay mucha gente esperando a diciembre, porque aumenta la cotización del marisco , pero lo que me interesa a mi es toda la campaña, porque dos días de Navidad no van a suponer nada”, apunta_Juan.
En la Ría de Noia se concentran cientos de mariscadores y mariscadoras para recoger la almeja y el berberecho que irán a vender luego a los mercados y restaurantes de toda España y de toda Galicia. El de Noia es uno de los bancos más ricos de las Rías Baixas. La campaña se desarrolla desde septiembre hasta abril. Los restantes meses hay una veda para que la cría pueda desarrollarse debidamente. Aquí se recogen además de berberechos, tres tipos de almeja: japonesa, babosa y fina.
En la zona trabajan 428 embarcaciones de los puertos cercanos y otro centenar procedentes de otros puertos.