“No podemos perder ni un minuto más”. Horas después de que un tiroteo dejara diez muertos y numerosos heridos en un supermercado de Boulder, en Colorado, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha instado al Congreso a aprobar “inmediatamente” medidas para reforzar el control de armas en Estados Unidos.
“Podemos colmar las lagunas de nuestro sistema de verificación de antecedentes. Esa es una de las mejores herramientas que tenemos para prevenir la violencia con armas. El Senado debería aprobar inmediatamente… déjenme repetirlo. El Senado de Estados Unidos, y espero que alguien me escuche, debería aprobar inmediatamente los dos proyectos de ley de la Cámara de Representantes sobre las lagunas y el sistema de verificación de antecedentes”.
Entre los fallecidos se encuentra un policía padre de siete hijos y que fue el primero en acudir cuando se dio la alarma. Biden ha dicho de él que encarnaba la definición del héroe estadounidense. Los agentes detuvieron a un sospechoso que estaba herido.
“Ha sido identificado como Ahmad Alissa, de 21 años, de Arvada. Ha sido acusado de 10 cargos de asesinato en primer grado y será trasladado en breve a la cárcel del condado de Boulder”, explicaba más tarde Maris Herold, jefa de la policía de Boulder.
Poco se sabe de las motivaciones del supuesto agresor. Es el tercer gran tiroteo que golpea el país en lo que va de año. Biden quiere prohibir las armas de asalto y los cargadores de munición de gran capacidad. El expresidente Barack Obama, del que Biden fue vicepresidente, ha urgido a los legisladores a superar “la oposición de los políticos cobardes” y aprobar medidas para reforzar el control de armas en Estados Unidos.