100 días en la Casa Blanca y una entrada triunfal en el congreso estadounidense para rendir cuentas.
Joe Biden ha pronunciado un discurso con aforo reducido a 200 personas por la pandemia y por primera vez en la historia con dos mujeres sentadas detrás del presidente, la vicepresidenta Kamala Harris y la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi.
El discurso de los primeros 100 días de mandato suele exponer los planes de futuro de la nueva administración, pero Joe Biden ya ha puesto en marcha su paquete de ayuda tras la crisis del coronavirus de 1,9 billones de dólares.
“Hemos mantenido nuestro compromiso, demócratas y republicanos, de enviar cheques de rescate de 1.400 dólares al 85% de los hogares estadounidenses y ya hemos enviado más de 160 millones de cheques… está marcando la diferencia”, ha explicado Biden.
El plan “Familias Americanas”, el gran proyecto social de Biden para la recuperación tras la crisis sanitaria, incluye una amplia propuesta de educación preescolar universal y de ayudas a la conciliación familiar.
“El plan American Families proporcionará por fin hasta 12 semanas de permiso remunerado y de baja médica familiar… Nadie debería tener que elegir entre un trabajo y un salario o cuidar de sus seres queridos, su pareja o su hijo”.
El plan de empleo del presidente de Estados Unidos está ligado con políticas de concienciación sobre el clima. Un proyecto que se financiará en parte con impuestos a los ricos para ayudar a la clase media y a la gente sin recursos.
“El plan de empleo estadounidense creará puestos de trabajo para tender miles de kilómetros de líneas de transmisión necesarias para construir una red resistente y totalmente limpia… Crea puestos de trabajo, construyendo una red eléctrica moderna. Durante demasiado tiempo, no utilizamos la palabra más importante cuando se trata de hacer frente a la crisis climática: trabajo, trabajo y trabajo“, ha dicho el presidente.
Joe Biden ha comenzado su mandato con prisa. Los demócratas tienen el control de las dos cámaras parlamentarias, pero con un margen muy estrecho en el Senado, el partido teme que una victoria republicana en la cámara alta en las elecciones de mitad de mandato pueda frenar los planes del Gobierno.