Un insólito lugar para después de las fiestas. Un lugar consagrado a los efectos de esas noches que no se recuerda como han acabado ni con quien. El llamado Museo de la Resaca en Zagreb ayuda a todos aquellos que, después de una copa y de otra y de otra y de otra más, logran ponerse en pie. Además de varios objetos clásicos exhibe incidentes chocantes bien mojados en alcohol.
Roberta Mikelic, cofundadora del museo, explica Queríamos recoger objetos con los que las gente amaneció sin saber de dónd elos habían traído. Y entonces, la idea es hacer acopio de esos objetos y de las historias que los acompañan, para permitir que los visitantes comparen historias propias y ajenas y salgan de aquí más contentos de lo que entraron”.
Hasta ahora la mayor parte de los vsitantes son bastante jóvenes. En el futuro, los fundadores del museo también quieren centrarse más en los peligros del consumo de alcohol. Según la Organización Mundial de la Salud, hay alrededor de tres millones de muertes relacionadas con el alcohol por año y la Onu lo clasifica en su lista de sustancias cancerígenas.
Rino Dubokovic, cofundador del museo, recuerda: “La idea de este museo nació de una conversación entre amigos sobre beber en las fiestas”. Un amigo habló sobre cómo se despertó con un pedal de bicicleta en el bolsillo. Y pensé, mientras lo escuchaba, ¿por qué no instalar un sitio, un museo, con la colección de esos objetos y de las historias que los acompañan? Son como la ilustración de una noche de borrachera y de la resaca del día siguiente”.