Una espectacular lluvia de meteoritos podría golpear la Tierra en los próximos días, según sostienen Jonti Horner, profesor de astrofísica en la Universidad del Sur de Queensland, y Tanya Hill, miembro honorario de la Universidad de Melbourne, en un artículo firmado este jueves en el portal The Conversation.
El texto indica que, a medida que nuestro planeta orbite el Sol, pasará a través de un grupo de escombros “particularmente angosto y denso”, pudiendo ser víctima de la lluvia Tau Herculids, que algunos describen como “la tormenta de meteoros más potente en generaciones”.
¿Cuál es su origen? En 1930 se detectó un cometa llamado 73P/Schwassmann-Wachmann 3 (SW3), que generó una suave lluvia de meteoritos llamada Tau Herculids, que hoy en día parece irradiar desde un punto a unos diez grados de la brillante estrella Arcturus.
Escombros espaciales
En 1995, el SW3 se fragmentó y liberó una enorme cantidad de polvo, gas y escombros. Once años después se desintegró aún más, quedando varios fragmentos brillantes acompañados de muchos trozos más pequeños.
A finales de este mes, la Tierra cruzará la órbita de este cometa, donde se encuentran algunos de estos escombros, que parecen “enormes y delgados téntaculos en el espacio”, según quedan reflejados en una modelación informática detallada.
En cualquier caso, los científicos aún no saben si esto podría afectar negativamente a nuestro planeta o no, ya que eso depende de la cantidad de escombros que expulsó en 1995 y de la rapidez con la que fueron arrojados. Además, son demasiado pequeños para detectarlos con antelación.
¿Qué podría pasar?
El encuentro entre la Tierra y la corriente de escombros del SW3 tendrá lugar varios meses antes de que el cometa alcance el punto de cruce, por lo que los escombros necesitan haberse esparcido por delante del cometa para que se produzca una lluvia de meteoritos.
Según los cálculos de los astrónomos, la Tierra cruzará la órbita del SW3 alrededor de las 5:00 (GMT) del martes 31 de mayo, lo que podría generar un “estallido” de Tau Herculids, que, sin embargo, solo duraría una o dos horas.
El espectáculo cósmico, que probablemente consistirá en una lluvia de meteoros moderada de movimiento lento, podrá contemplarse desde América del Norte y América del Sur. Horner y Hill aseguran que, pase lo que pase, mejorará en gran medida nuestra comprensión de cómo ocurren los eventos de fragmentación de un cometa.