El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, reportó este domingo que tres militares que murieron tras ser “atacados” por un grupo paramilitar en el estado de Amazonas (al sur del país) donde realizaban una operación de resguardo de la frontera con Colombia.
“El día de hoy nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana ha sido cobardamente atacada por estos grupos violentos causando la lamentable muerte de tres efectivos de la @GNBoficial (Guardia Nacional) y una decena de heridos, entre ellos dos oficiales”, dijo en un mensaje en Twitter el ministro.
Más temprano, medios locales aseguraban que eran cuatro los militares que habían muerto en un enfrentamiento después de que “grupos irregulares” los emboscaran.
Los funcionarios fueron atacados por el grupo armado en el eje Puerto Ayacucho-El Burro cuando se desplazaban en cuatro vehículos luego de una operación militar, según un reporte de la Guardia Nacional de Puerto Ayacucho al que Reuters tuvo acceso.
El partido opositor Primero Justicia emitió un comunicado en el que rechazó “enérgicamente” lo sucedido y responsabilizó al presidente Nicolás Maduro por “su política de apoyo e impunidad a la guerrilla y cuerpos irregulares”.
El ministro, que ofreció información del suceso cerca de la medianoche, señaló que la muerte de los militares fue una “represalia” por “la captura de nueve paramilitares colombianosa quienes se les incautaron armas de guerra y consecuentemente fueron puestos a orden del Ministerio Público”.
Se trataría de la detención del líder rebelde Luis Ortega -alias ‘Garganta’-, uno de los jefes del colombiano Ejército de Liberación Nacional (ELN), dijo a la AFP Olnar Ortiz, asesor legal de Kape-Kape, organización que defiende los derechos de poblaciones indígenas.
En otro mensaje, el ministro aseguró que “Venezuela es víctima de más de 60 años de guerra en Colombia, país que no ha logrado garantizar la paz en su territorio”.
Críticos de Maduro y su fallecido antecesor, Hugo Chávez (1999-2013), acusan al régimen socialista de “proteger” a guerrillas izquierdistas.
La frontera binacional, de 2.200 kilómetros, es escenario de frecuentes incidentes con grupos que se disputan el control de actividades de narcotráfico y contrabando.
(Con información de EFE, AFP y Reuters)