Estaba logrando el maratón de sus sueños, manteniendo un ritmo demoledor para sus rivales, con paso firme hacia el triunfo más importante de su carrera.
Por eso que nadie podía presagiar lo que ocurrió a tan sólo dos kilómetros del final, cuando el escocés Callum Hawkins comenzó a mostrar que algo no estaba bien con su cuerpo.
Seguía corriendo, pero sus zancadas ya no podían mantenerse en línea recta, dando claros síntomas de agotamiento.
Fue una agonía que duró varios minutos, en medio de un pasillo de espectadores, sin que interviniera nadie y ninguna autoridad que lo pudiera impedir a la vista.
Hawkins se derrumbó una primera vez al borde de la carretera cuando las piernas dijeron basta, pero la mente se negó a abandonar una prueba que lideraba con dos minutos de ventaja y con la medalla de oro prácticamente asegurada en los Juegos de la Mancomunidad Británica, que finalizaron este domingo en la ciudad australiana de Gold Coast.
Tuvo dificultades para levantarse, pero pudo seguir, tambaleándose cada vez más.
Metros más adelante el cuerpo ganó la batalla sobre la mente.
El corredor de 25 años se desplomó otra vez, pero esta vez de una manera más aparatosa, golpeándose la cabeza con la barrera de protección del puente que cruzaba en ese momento.
Su cuerpo quedó tendido sobre el ardiente asfalto a la espera de una ayuda que tardó un par de minutos en llegar, una imagen de dolor y desolación que dio la vuelta al mundo.
El comentarista de la BBC que se encontraba transmitiendo la carrera, Steve Cram, campeón mundial y medallista de plata en los 1.500 metros planos, consideró que fue una “vergüenza” dejar que Hawkins llegara hasta ese momento.
“Solo estoy preocupado por su bienestar. Se golpeó la cabeza contra la barrera. Lo siento si están mirando esto en la casa, realmente que es angustiante”.
“Se va a hacer daño y no hay nadie para ayudarlo”.
“Se trata de una persona que en verdad está sufriendo y alguien se tiene que dar cuenta que se trata por su salud en este momento”, agregó.
Los organizadores de la carrera comentaron que están analizando lo que pasó y explicaron que fue el mismo Hawkins quien se negó en un primer momento a recibir ayuda por temor a ser descalificado de la prueba.
Pero su compatriota y compañero de equipo, Robbie Simpson, quien finalizó en tercer lugar, señaló que en situaciones como esa las personas no son conscientes de lo que dicen.
“Siempre hay un momento de conflicto en una parte de la carrera cuando no se escucha al cuerpo”, explicó. Simpson.
“Tu tienes que pasar la pared del agotamiento. Cuando estás cansado no puedes bajar el ritmo, tienes que luchar todo el recorrido hasta el final y eso fue lo que Callum estaba haciendo”.
Hawkins fue trasladado al hospital de donde fue dado de alta este lunes.