Un agente del servicio especial británico SAS armado con una escopeta logró matar a cinco terroristas en tan solo siete segundos en una redada contra una fábrica de armamento en un puesto avanzado del Estado Islámico en la capital iraquí, Bagdad, informa Daily Star.
Al empezar la incursión poco antes del amanecer, el equipo, compuesto por 12 soldados británicos, se enfrentó a un grupo de yihadistas fuertemente armados, dos de los cuales llevaban chalecos suicidas.
Uno de los agentes no tardó en abrir fuego contra los terroristas con su escopeta Benelli M4 Super 90, acabando con la vida de tres de ellos. Momentos después, eliminó a otros dos yihadistas.
El equipo de incursión vigiló la casa durante varios días después de que el SAS, junto con el MI6 y las fuerzas especiales iraquíes, se percataran de la existencia de esta presunta fábrica de bombas y de los planes terroristas de llevar a cabo atentados suicidas. Las autoridades de Defensa de país no hacen comentarios oficiales sobre las misiones de sus fuerzas especiales.