El presidente de EE.UU., Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, han acordado reanudar las negociaciones económicas y comerciales entre ambos países sobre la base de la igualdad y el respeto mutuo, así como posponer la imposición de nuevos aranceles, según lo expresaron tras reunirse en el marco de la segunda jornada de la cumbredel G20 de Osaka (Japón), informa Xinhua.
Según la agencia china, el inquilino de la Casa Blanca se comprometió, “al menos por el momento”, a no introducir nuevos aranceles a las exportaciones chinas, y adelantó que los equipos de negociación de ambas potencias debatirán temas específicos.
En el arranque de la reunión, el mandatario chino dijo a su homólogo estadounidense que, pese a los grandes cambios ocurridos en el panorama internacional y entre sus dos países a lo largo de los últimos 40 años, “un hecho básico permanece sin cambios: China y EE.UU. se benefician de la cooperación y pierden en la confrontación”. En este sentido, hizo hincapié en que “la cooperación y el diálogo son mejores que la fricción y la confrontación”.
La “diplomacia del ping-pong”
Xi evocó ante Trump la así llamada “diplomacia del ping-pong” de 1971 en la ciudad japonesa de Nagoya, donde tuvo lugar el intercambio de encuentros internacionales entre China y EE.UU. durante el 31.º Campeonato Mundial de Tenis de Mesa. El presidente chino recordó que ocho años después, en 1979, Washington y Pekín establecieron relaciones diplomáticas.
Por otro lado, Xi valoró el contacto telefónico y por correo mantenido con Trump en los últimos meses, y dijo estar preparado para intercambiar puntos de vista con su contraparte estadounidense sobre cuestiones fundamentales relacionadas con el desarrollo de ambos países a fin de “establecer una dirección […] en un periodo venidero y hacer avanzar la relación China-EE.UU. basada en la coordinación, la cooperación y la estabilidad“.
Durante los 80 minutos que duró el encuentro, ambos líderes destacaron la importancia que supone mejorar las relaciones. En particular, Trump elogió “la excelente relación” personal que mantiene con su homólogo chino y aseguró que pueden hacer algo “verdaderamente monumental”, subrayando el carácter “histórico” que tendría un “acuerdo de comercio justo” entre EE.UU. y China.