A menos de tres meses de las elecciones, y por detrás de su rival, Joe Biden, en las encuestas, el presidente Donald Trump se apuntó este jueves, con la mediación en el acuerdo de normalización de relaciones entre Israel y Emiratos Árabes Unidos, su principal tanto diplomático en Oriente Próximo y uno de los más relevantes en política exterior de todo su mandato. Se trata del primer paso hacia el llamado “acuerdo del siglo”, la propuesta de la Casa Blanca para zanjar el conflicto entre israelíes y palestinos, que presentó en febrero pasado.
Al hablar del pacto entre Israel y Emiratos, Trump apeló a la continuidad al sugerir que podrían producirse otros similares en un segundo mandato: “Estamos discutiendo esto con otros países”. Jared Kushner, su yerno y quien desde hace tres años impulsa la agenda presidencial en Oriente Próximo, descartó, no obstante, que se den acuerdos entre Israel y otros países de la región antes de que termine el año.ADVERTISING
En cualquier caso, el acuerdo anunciado este jueves por Trump mismo, presentándose como el árbitro que ha logrado un pacto de paz histórico, supone un respiro para un dirigente cercado por el avance de la pandemia —con más de cinco millones de casos en el país— el deterioro de la economía y la pérdida de la iniciativa electoral, en particular en la semana en la que Biden ha acaparado la atención al anunciar a la senadora Kamala Harris como su candidata a vicepresidenta.
Robert O’Brien, asesor de seguridad de Trump, dijo que el presidente será recordado como un “pacificador” y que incluso podría aspirar al Nobel de la Paz. Mientras, el secretario de Estado, Mike Pompeo, señaló desde Eslovenia, donde se encuentra de gira diplomática, que la Casa Blanca organizará una ceremonia para firmar el acuerdo. Una puesta en escena que recuerda a la de 1994, con Bill Clinton en uno de los jardines de la residencia en Washington con el primer ministro israelí Isaac Rabin y el rey Hussein de Jordania. También al apretón de manos entre Jimmy Carter, el egipcio Anuar el Sadat y el israelí Menajem Beguin, en el primer acuerdo de paz de Israel con un país árabe, Egipto, en 1979. Pompeo remarcó que el establecimiento de las relaciones entre ambos países es equiparable a los pactos alcanzados con Egipto y Jordania.
Trump se esforzó en capitalizar el acuerdo al anunciarlo en un tuit y, después, al convocar a un breve anuncio en la Casa Blanca. “Todo el mundo dijo que esto iba a ser imposible”, comentó. El presidente se autoproclamó como un promotor de la paz en la región que al mismo tiempo acomoda las piezas de un ajedrez complejo. “Os he mantenido lejos de una guerra”, apuntó.ADVERTISING
La diplomacia estadounidense ha desempeñado un papel relevante en las negociaciones. Pompeo señaló que un equipo del Departamento de Estado trabajaba en el acuerdo “desde hace tiempo” y que la parte crucial se cerró “en los últimos meses”.
Trump se ha alineado con Netanyahu durante su mandato y la estrategia de Kushner ha estado fundamentalmente centrada en los aspectos económicos y en abrir canales comerciales entre Israel y sus vecinos. El acuerdo del siglo de Trump tiene como prioridad a los Estados árabes con los que EE UU comparte una animadversión hacia Irán, caso de Emiratos Árabes Unidos.