Una disputa familiar por la sucesión al frente de un popular santuario shinto de Japón, con casi 400 años de antigüedad, ha terminado con dos mujeres asesinadas y un hombre gravemente herido, así como con el suicidio del supuesto autor del crimen. Este atacó con una catana a su hermana, sacerdotisa principal de un conocido santuario sintoísta de Tokio, y luego acabó con la vida de su esposa, que le había ayudado y acompañado en el asesinato, según ha informado hoy la policía de la capital nipona al diario The Asahi Shimbun.

Los investigadores apuntan a que la causa del crimen es un desacuerdo sucesorio en la dirección del templo entre los hermanos -ambos muertos-, Nagako y Shigenaga Tomioka. Ambos pertenecían a una familia que ha administrado el templo Tomioka Hachimangu desde su fundación en 1627, famoso por ser una de las cunas del sumo en Japón, pues albergaba torneos de este deporte durante la época de Edo. Su enemistad venía creciendo desde que él fuera despedido por su padre como sumo sacerdote y, tras un breve periodo de interregno del progenitor, ella fuer nombrada suma sacerdotisa.

El hombre, identificado como Shigenaga Tomioka y de 56 años, atacó en primer lugar con una espada japonesa a su hermana, de 58 años, después de que la mujer llegara al recinto sagrado donde trabajaba en un vehículo conducido por su chófer.