El balance de muertos por el terremoto seguido de tsunami del viernes en Indonesia se elevaba a 832 fallecidos y puede seguir subiendo, indicaron el domingo fuentes oficiales.
(El momento en que se produjo el tsunami)
(EFE)
La mayoría de las víctimas fueron registradas en Palu, una ciudad de 350.000 habitantes en la costa oeste de Célebes, señaló el portavoz de la agencia de gestión de desastres, Sutopo Purwo Nugroho, que reclamó “personal, voluntarios y material especializado“.
Poco antes, este responsable explicó que “en Palu (…) hay edificios, casas, que fueron destruidas (…) Hoteles, hospitales“.
“Pensamos que decenas o cientos (de víctimas) todavía no han sido encontradas entre los escombros. El principal centro comercial de Palu (…) se derrumbó“. “El hotel Rua-Rua (…) se hundió, tenía 80 habitaciones y 76 estaban ocupadas”, precisó.
Las imágenes de Palu mostraban varios cadáveres cerca del mar, algunos de ellos recubiertos con lonas azules. Los coches destrozados diseminados por la zona reflejaban la violencia con la que la ola, de 1,5 metros de altura, golpeó la localidad.
Los hospitales no daban abasto con la llegada masiva de víctimas y numerosos heridos eran tratados en el exterior. Los habitantes transportaban como podían los cuerpos sin vida de las personas fallecidas.
El sismo, de magnitud 7,5, según el Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS), golpeó la isla el viernes poco antes de las 11:00 GMT.
Se trata de un terremoto de una magnitud muy superior a la serie de temblores que dejaron este mismo año más de 500 muertos y unos 1.500 heridos en la isla de Lombok, cerca de Bali.
La potente sacudida desató poco después un tsunami de una altura máxima de 1,5 metros en la costa de Palu.
El pánico llevó a los habitantes a huir hacia los puntos más elevados de la ciudad, según imágenes de las televisiones locales. En un video se ve como una enorme ola se abate sobre varios edificios e inunda una mezquita.
“Comencé a correr cuando vi las olas que llegaban a la costa“, explicó a la AFPRusidanto, un vecino de Palu, que como muchos indonesios solo tiene un nombre.
Los daños son importantes. Imágenes difundidas por los medios muestran cómo se derrumbó una planta de un centro comercial en Palu. En otras fotos se veían edificios muy deteriorados y carreteras y aceras agrietadas.
En la ciudad, se cortó la electricidad de forma parcial y el aeropuerto fue cerrado durante 24 horas, así como varias carreteras en torno a la localidad.
El presidente indonesio, Joko Widodo, anunció que el ejército iba a ser desplegado para participar en las operaciones de búsqueda de víctimas en la zona
El sismo, cuyo epicentro se situó a 78 kilómetros al norte de Palu, se notó hasta el sur en Macasar, la capital de la isla. La tierra también tembló en la isla vecina de Kalimantan, en Samarinda, al otro lado del estrecho de Macasar.
Indonesia, un archipiélago de 17.000 islas e islotes que se encuentra en el Cinturón de Fuego del Pacífico, es uno de los países del mundo más propensos a sufrir desastres naturales.
El 26 de diciembre de 2004, Indonesia sufrió una serie de devastadores sismos, uno de ellos de magnitud 9,1 en la isla de Sumatra. Ese temblor provocó un gran tsunami que causó la muerte de 220.000 personas en la región, 168.000 de ellas en Indonesia.