Unos 1.500 niños están detenidos, acusados de haber pertenecido al grupo yihadista Estado Islámico (EI) por las autoridades iraquíes y kurdas hasta finales de 2018,después de pasar por procesos legales “profundamente defectuosos” con confesiones obtenidas mediante tortura, denunció hoy la organización Human Rights Watch (HRW). La ONG ha publicado un informe basado en entrevistas con 29 niños iraquíes que están o han sido detenidos en el Kurdistán iraquí.
En un informe titulado Todos deben confesar: abusos contra niños sospechosos de afiliación al EI en Irak, la organización en defensa de los derechos humanos indicó que tanto Irak como Kurdistán “a menudo arrestan y procesan a niños con alguna conexión con el EI y utilizan la tortura para forzar las confesiones”.
Procesos “profundamente defectuosos”
“Me golpeaban con tubos de plástico, dijeron que tenía que decir que era del Estado Islámico, así que lo hice”
“Los niños acusados de tener alguna conexión con el EI están siendo detenidos, y con frecuencia son torturados y procesados, independientemente de su nivel real de participación en la organización”, afirmó Jo Becker, director de defensa de los derechos de los niños para HRW, en un comunicado. Añadió que esas acciones no forman parte de la “justicia” y crearán “consecuencias negativas de por vida para muchos de estos niños”.
Según HRW, muchos niños fueron detenidos bajo acusaciones con poco fundamento en campamentos o en puestos de control y fueron golpeados, sometidos a descargas eléctricas y privados de ver a sus familiares u obtener ayuda legal. “Me golpeaban con tubos de plástico, dijeron que tenía que decir que era del Estado Islámico, así que lo hice”, explica un niño de 14 años detenido por las fuerzas de seguridad kurdas.