En el barrio de Luz de la ciudad brasileña de Sao Paulo, el índice de robos ha aumentado un 20 % durante el último año. Sus habitantes relacionan este incremento de la criminalidad con el surgimiento en esa localidad de una zona liberada a la venta y consumo de crack al aire libre, apodada ‘Crackolandia’ por los lugareños.
Algunos de los vecinos que padecieron esta adicción o de los que aún luchan por recuperarse conversaron con RT para compartir su experiencia. Una de estas personas es Janaína Xavier, una exadicta que ahora intenta ayudar a su hija a superar el mismo hábito destructivo.
Buscar una salida
“Quiero que ella salga [de las drogas], pido a Dios que salga, pero depende más de ella que de mí”, expresa la mujer. Y añade: “Yo hago mi papel de madre. La cuido, doy amor, cariño, pero ella dice que es algo que no puede controlar“.
Asimismo, otro de sus ocho hijos padece problemas neurológicos derivados del consumo de cocaína durante su embarazo.
Hoy recuperada, Janaína ayuda a sacar gente de este infierno silencioso. Son varias cuadras en inmediaciones de la estación de Luz, la más grande de la ciudad. Por allí pasan miles de personas a diario, indiferentes ante el deambular permanente de adictos al crack.