Sri Lanka empieza a enterrar a sus muertos

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El dolor es inmenso este martes en Sri Lanka. En un día de luto nacional, el país ha empezado a enterrar a los muertos de los atentados del domingo de Resurreccióncontra tres iglesias y tres hoteles de lujo.

En Colombo, los ataúdes, tras ser bendecidos, son trasladados al camposanto para ser enterrados en hileras, casi pegados.

Las banderas están a media asta. Por toda la isla, tienen lugar misas conmemorativas. En este país mayoritariamente budista e hinduista, los cristianos -golpeados de lleno por la matanza- solo respresentan el 7 % de la población.

La fría cifra oficial habla de al menos 310 muertos y 500 heridos. Un baño de sangre que ha roto vidas y familias enteras, como la de Sudesh Kolonne, un ciudadano australiano que ha perdido todo cuanto tenía en la vida.

“No sé qué hacer -dice con la voz cortada, sin poder refrenar el llanto-. Ví a mi hija en el suelo y traté de levantarla, pero estaba muerta. Junto a ella, mi mujer también estaba muerta. Ese es el final de la historia. Mi hija y mi mujer”.