Johannesburgo.- El Gobierno de Somalia declaró este domingo la situación de emergencia nacional por la plaga de langostas que está sufriendo África oriental, un brote como no se había visto en 25 años y cuya magnitud amenaza los medios de vida y la seguridad alimentaria de millones de personas.
“Debemos dedicar nuestros mayores esfuerzos a proteger la seguridad alimentaria y los medios de vida del pueblo somalí. Si no actuamos ahora, nos arriesgamos a una grave crisis alimentaria que bajo ninguna circunstancia nos podemos permitir”, señaló este domingo al anunciar la decisión el ministro de Agricultura somalí, Said Hussein, según recogió el portal local Goobjoog News.
La agricultura y la ganadería son una fuente de alimento esencial para la sociedad somalí, pero ambas actividades se han visto gravemente afectadas por la plaga, especialmente durante los dos últimos meses
Irrumpieron por el noreste de Etiopía y el noroeste de Somalia y, a finales del año pasado, ya se había extendido por Kenia y otras naciones de la zona, como partes de Sudán y Uganda.
Países como Kenia y Etiopía están llevando a cabo fumigaciones aéreas, pero esta técnica está siendo más difícil de implementar en Somalia debido a la situación de inseguridad.
En este país hay amplias áreas rurales del centro y sureste del fuera del control del Gobierno Federal somalí a causa de la insurgencia yihadista.
La plaga podría multiplicarse por 500 a medida que avanza el año, según estimaciones de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con enjambres capaces de destruir a diario cultivos suficientes para alimentar a 2.500 personas durante un año.
Los expertos estiman que las langostas son capaces de viajar unos 150 kilómetros al día y de destruir al menos 200 toneladas de vegetación; en una región en la que más de 19 millones de personas ya viven en riesgo de hambruna, según los últimos datos del Grupo de Trabajo Sobre Seguridad Alimentaria y Nutrición (FSNWG).
Si esta plaga consigue perturbar las próximas cosechas, previstas para marzo, se espera que aumente significativamente el riesgo de hambruna en el Cuerno de África; región que comenzaba a recuperarse tras varios años de sequías y recientes inundaciones en Etiopía, Somalia y Sudán, entre otros países.