A medida que el cambio climático eleva las temperaturas de nuestro planeta, el calentamiento ha afectado con mayor rapidez a los inviernos que a los veranos. Sin embargo, cuando las temperaturas descienden a cifras bajo cero, mucha gente, entre ellos el presidente estadounidense, Donald Trump, se pregunta: “Si la Tierra se está calentando, ¿cómo es que en invierno hace tanto frío?”.
La respuesta radica en la diferencia entre el estado del tiempo local y el clima en general.
El clima se refiere a cómo se comporta la atmósfera durante un largo periodo, mientras que el estado del tiempo describe lo que sucede en un plazo mucho más corto. De cierta forma, se puede considerar al clima como la suma de largos periodos del estado del tiempo.
O bien, si usamos una analogía: el estado del tiempo representa la cantidad de dinero que tienes en tu bolsillo el día de hoy, mientras que el clima es tu capital neto. Un multimillonario que olvidó su cartera un día no es pobre, así como una persona en la pobreza no se vuelve rica si de repente obtiene una ganancia inesperada de unos cientos de dólares. Lo importante es lo que sucede en el largo plazo.
Incluso si en donde vives un día hace más frío de lo habitual, todo el planeta ya es, con mayor frecuencia, más caluroso que el promedio histórico.
Por ejemplo, en diciembre de 2017 hubo un periodo en el que el estado del tiempo fue inusualmente gélido en varias regiones de Estados Unidos; tuvieron temperaturas entre 8 y 16 grados Celsius más frías de lo normal, pero el mundo en general tuvo condiciones 0,5 grados más calurosas que el promedio durante 1979 a 2000:
Los climatólogos esperan que el mundo se caliente, en promedio, de 1 a 3 grados Celsius más para el final del siglo —dependiendo de cuán rápido se eleven las emisiones de gases de efecto invernadero—, pero no se pronostica que ello signifique el fin del invierno. Aún habrá niveles históricamente mínimos de temperaturas, solo que estarán cada vez más espaciados.
Según un estudio publicado en 2009, Estados Unidos tuvo durante la década de los cincuenta casi la misma cantidad de máximos históricos que de mínimos en la temperatura, pero para la década de 2000 había el doble de máximos que de mínimos históricos. Todavía había olas de frío, pero se estaban volviendo mucho menos frecuentes.
Algunas de las oleadas de frío recientes han ocurrido a causa de un fenómeno climático llamado el vórtice polar, en referencia a bandas de viento circulares cercanas a los polos. Cada vez hay más evidencia que sugiere que el vórtice polar está apareciendo con más frecuencia fuera de la región del Ártico, debido a los cambios en la corriente a consecuencia del calentamiento de la atmósfera. Estos cambios permiten que el aire helado escape del Ártico y baje en picada hacia el sur.
Algunos políticos en el mundo ya han intentado utilizar las olas de frío para argumentar que el calentamiento global no es tal. El presidente estadounidense, Donald Trump, acostumbra demostrar su escepticismo respecto sobre cambio climático en Twitter, y ha publicado comentarios sobre “el cambio climático” o “el calentamiento global” más de cien veces desde 2011. Antes de ser presidente, dijo que el cambio climático era un engaño y alegó que la idea había sido perpetuada por los chinos.
En 2018, se retractó de su comentario, y afirmó: “No creo que sea un engaño. Sí creo que probablemente existe una diferencia, pero no sé si sea provocada por la humanidad”.
Cientos de organizaciones científicas indican que las actividades humanas son las principales responsables del calentamiento global.