Los usuarios de cigarrillos electrónicos posiblemente se estén arriesgando a desarrollar enfermedades del corazón, cáncer de pulmón y vejiga, según revela un nuevo informe. Los hallazgos, aunque son preliminares, indican que los dispositivos, que “aerosolizan” la nicotina y no contienen tabaco, pueden no ser tan seguros como se suponía anteriormente.
El estudio, realizado por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, expuso a los ratones al humo del cigarrillo electrónico (ECS) durante 12 semanas con una dosis y una duración equivalentes a fumar cigarrillos electrónicos durante 10 años en los cuerpos humanos. Al final de la prueba, el humo había causado daños en el ADN de los pulmones, vejigas y corazones del animal, además de limitar las capacidades pulmonares.
La evidencia apunta a la conclusión “casi inequívoca” de que la nicotina puede convertirse en un carcinógeno una vez que está dentro del cuerpo humano, según cuenta el autor del estudio, Moon-shong Tang, profesor de medicina ambiental y patología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York. “La nicotina no es tan inocente como cree la sabiduría convencional”, señaló.
Actualmente, 18 millones de estadounidenses fuman cigarrillos electrónicos. El 16 por ciento de esos usuarios son estudiantes de secundaria, de acuerdo a los datos del informe. Los fabricantes han anunciado que los dispositivos son una alternativa más segura que los productos de tabaco tradicionales.
Se han llevado a cabo una serie de estudios que examinan las consecuencias a largo plazo para la salud, pero las conclusiones han sido mixtas.
En 2013, un ensayo encontró que la práctica era tan efectiva como para ayudar a los fumadores a dejar de usar los parches de nicotina. Otro estudio, publicado en agosto de 2017, comparó las potencias cancerosas de los cigarrillos electrónicos y el humo de tabaco, y encontró que la mayoría de los ECS tienen un riesgo de cáncer de menos del uno por ciento.
Muchos están preocupados de que el sabor suave de los ECS enganche a los jóvenes con la nicotina, alentando a los adolescentes a fumar tabaco en el futuro. En 2016, el cirujano Vivek Murthy calificó el uso del cigarrillo electrónico entre los jóvenes estadounidenses como una “importante preocupación de salud pública”, citando una tasa de crecimiento del 900 por ciento entre los estudiantes de secundaria.
Tang no recomendaría dar vapor a los no fumadores, en particular a los jóvenes. “No crean que un vapor es inofensivo”. En cuanto a los fumadores de cigarrillos que piensan en usar productos electrónicos, Tang duda. “No sabemos cuál es más dañino”, remarcó.
Este último estudio no es, por sí mismo, concluyente. Los tumores no pueden desarrollarse en 12 semanas -la duración del estudio- y si el cáncer inducido por el humo del tabaco es realmente un modelo para el cáncer provocado por el cigarrillo electrónico, entonces la evidencia humana significativa no estará disponible por al menos otra década.
Mientras tanto, los científicos están recurriendo a los experimentos con animales, que pueden proporcionar más pruebas sobre los efectos del cigarrillo electrónico en aproximadamente un año.