No habían pasado más que cuatro minutos de la medianoche hora local, cuando la portavoz del Ministerio de Defensa armenio, Shushán Stepanián, utilizaba sus redes sociales para acusar al Ejército azerbaiyano de haber disparado fuego de artillería.

Armenia y Azerbaiyán se vuelven a acusar mutuamente de la violación de la nueva “tregua humaniaria”, en la guerra que libran por el control de Nagorno Karabaj. Todo una semana después del primer alto el fuego humanitario, pactado por ambos países, aunque jamás respetado.

Por su parte, el Ministerio de Defensa de azerbaiyano, denunciaba que las fuerzas armenias atacaban con fuego de mortero y artillería en “los alrededores de la ciudad de Dzhabraíl”.

Tras tres semanas de combates que han provocado centenares de muertos, el sábado fue una jornada especialmente sangrienta.

Durante la madrugada un ataque sobre Ganyá, la segunda ciudad más poblada de Azerbaiyán, provocaba la muerte de al menos trece civiles, entre ellos algunos niños, y más de 45 heridos.

Las autoridades azerbaiyanas habían “jurado” vengar estar muertes.