Funcionarios ucranianos confirmaron en la noche del miércoles la captura por parte del ejército ruso de Jersón, una ciudad portuaria de 290 mil habitantes al sur del país.
“Los ocupantes están en todas las partes de la ciudad y son muy peligrosos”, dijo en Telegram el responsable de la administración regional, Guennady Lakhuta.
En la mañana, Moscú había anunciado la toma de esta ciudad a orillas del mar Negro, en la mayor victoria de sus tropas desde el inicio de la invasión hace siete días.
El alcalde de Jersón, Igor Kolykhayev, indicó que había hablado con los “invitados armados” en un edificio de la administración municipal.
“No teníamos armas y no fuimos agresivos. Demostramos que trabajamos para asegurar la ciudad y tratamos de parar las consecuencias de la invasión”, dijo en un mensaje en Facebook.
“Encontramos enormes dificultades con la recogida y la inhumación de muertos, la entrega de comida y medicamentos, la recogida de residuos, la gestión de accidentes, etc”, indicó.
El edil anunció un toque de queda nocturno y restricción a la circulación en automóvil, al tiempo que aseguró no haber “hecho ninguna promesa” a los rusos y “haber simplemente pedido que no disparen contra la gente”.
“Hasta aquí todo va bien. La bandera que ondea encima nuestro es ucraniana. Y para que esto siga así, estas exigencias deben ser respetadas”, añadió.
El ejército ruso había anunciado en la madrugada haberse apoderado de Jersón, ubicada a un centenar de kilómetros de la península de Crimea que Moscú anexionó en 2014.
Las tropas invasoras se hicieron ya con otro puerto importante de país, Berdiansk, y están atacando el de Mariúpol, cuyo alcalde Vadim Boichenko aseguró que las fuerzas ucranianas repelieron dignamente los ataques.