Rohaní contra las cuerdas por la crisis en Irán
El ambiente es explosivo en el país, tanto a nivel social como político, como consecuencia de una crisis económica que sigue agravándose al calor de las sanciones estadounidenses. En ese contexto, el presidente iraní ha tratado de defender su gestión, culpando de todos los males al enemigo norteamericano. "No permitiremos que un grupo de anti iraníes se reúna en la Casa Blanca para conspirar contra nosotros", aseguró ante los legisladores. Pero la realidad es muy distinta. Los parlamentarios han expresado su insatisfación en cuatro de las cinco cuestiones que se debatían, lo que, según la legislación iraní, significa que será la justicia la que dirima al respecto. La continuidad del moderado Rohaní pende, por tanto, de un hilo. El Parlamento, que tiene potestad para destituirle, ya ha echado a los ministros de Economía y de Trabajo. Se mantiene en el cargo porque conserva, por el momento, el apoyo del guía supremo, el ayatolá Alí Jamenei.