República Dominicana quiere construir un muro fronterizo con Haití, país con el que comparte la isla de la Española. El objetivo, frenar la inmigración ilegal, así como poner coto a otros problemas como el narcotráfico.
Según el presidente, Luis Abinader, la construcción de la verja, que tendrá 380 kilómetros, comenzará en el segundo semestre de este año.
Los dominicanos no ven el proyecto con malos ojos.
“Yo digo que eso está bien porque aquí en la República Dominicana hay muchos haitianos ya, está lleno, uno no puede coger ni para el médico porque está lleno de haitianos”, dice una joven.
“Para mí sería importante porque así se controlaría tanto la migración de un país hacia otro, no hubiera tantos problemas como pueden existir. Si se hace el muro, pues todo depende que todo vaya a ser por la realidad, que todo se marque bien [que se respete el límite entre los países], todo es beneficioso para ambos países”, opina un hombre.
Pero los expertos ponen peros al proyecto.
“Medidas como esta de incrementar el control fronterizo lo ideal es que se complementen con medidas que promuevan la migración regular y ordenada“, dice Josué Gastelbondo, jefe de la misión de la Organización Internacional para la Migración en el país.
“Es una persecución permanente. Lamentamos realmente que un gobierno que dice ser del cambio no esté respetando mínimamente la dignidad y el derecho de los inmigrantes en la República Dominicana”, dice William Charpentier, coordinador de la independiente Mesa Nacional para las Migraciones y Refugiados.
En la República Dominicana, con 10,5 millones de habitantes, viven cerca de 500.000 haitianos, según la Encuesta Nacional de Inmigrantes. La propuesta de un muro fronterizo llega después de planes de regularización de indocumentados, que suelen venir acompañador de deportaciones masivas.