La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. ha anunciado este martes que pagó una cuantiosa recompensa de más de 24 millones de dólares a un ingeniero por informar sobre los defectos en autos fabricados por Hyundai y Kia.
El informante, identificado como Kim Gwang-ho, había revelado en 2016 que las compañías no habían solucionado un grave defecto relacionado con sus motores Theta II, que eran propensos incluso a incendiarse. Posteriormente, la NHTSA descubrió que los fabricantes surcoreanos habían retrasado la retirada de 1,6 millones de vehículos con ese motor.
En 2020, ambos fabricantes de automóviles, que forman parte del mismo grupo empresarial, acordaron someterse a una multa civil de 210 millones de dólares después de que la NHTSA dijera que Hyundai y Kia habían informado de manera incorrecta sobre los retiros de los vehículos del mercado. Precisamente, una parte de esa multa fue destinada para recompensar a Gwang-ho.
“Estoy satisfecho de haber sido justamente compensado por los riesgos que asumí para proteger a los propietarios de los autos defectuosos, y agradecido de que el sistema legal de Estados Unidos tuviera un programa para hacerlo posible”, dijo a Reuters el exempleado de Hyundai.
La ley de seguridad de vehículos, aprobada en EE.UU. en 2015 como un programa que permite premiar a los denunciantes, busca que las personas de la industria automotriz proporcionen información a los reguladores sobre posibles defectos. El pago que recibió Gwang-ho ha sido el primero en virtud de esta ley.