Escribo faltando pocos días para las elecciones, quiero volver a recordar el legado del PLD. Ni yo, ni quienes pudieran leerme, podemos votar ignorando esas realidades tristes, denigrantes, y humillantes. Intentamos negarlas, porque preferimos creer que vivimos en un país diferente.
Luego de dos décadas, dos presidentes, y el tam tam del crecimiento macroeconómico, el PLD nos deja un desastre.
En el Índice de Desarrollo Humano ocupamos el puesto 89 en el mundo, y el 12 en Iberoamérica. Nos superan Ecuador, Colombia, Costa Rica, México, Brasil, Panamá y Cuba.
En los índices de Pobrezas estamos cercanos al fondo. Ocupamos el lugar 18 en Sur y Centroamérica; nuestra expectativa de vida no llega a los 74 años, mientras que en otros países de la región ya superan los 78. En cuanto a mortalidad infantil, todavía estamos en 22.7 por mil nacidos. Costa Rica está en 15, Panamá en 13, Nicaragua en 12, y Uruguay en 6.7
Obtuvimos los resultados más bajos de la prueba PISA (Evaluación Internacional de Alumnos) realizada entre jóvenes de 15 años que cursan el bachillerato. Desastrosas fueron las calificaciones de competencia de nuestra educación superior y de nuestros maestros. El aumento del 4% para la educación ha servido de poco, excepto para financiar campañas a dos ministros que fungieron de precandidatos. “Mucha espuma y poco chocolate”. Nos dejaron sin educación por veinte años, sumergidos en el tercer mundo.
El desgobierno sigue, pues tenemos elevadas tasas de corrupción, accidentes de tráficos, seguridad ciudadana, desconfianza en la policía, en los políticos, ética empresarial, y servicios de energía. En cuanto a los servicios de salud, el desastre es conocido.
Espantosa es la devastación del medio ambiente (¿dónde están nuestros ríos?). La degradación moral producida por la penetración del narcotráfico, el lavado nacional e internacional de dineros sucios, y la hipertrofiada deuda externa, son catastróficas.
Hace dos días, como si faltasen monstruos en el bar de la Guerra de las Galaxias, se incluyó al gobierno de Danilo Mediana en la “Lista de Observación de Nivel 2” por registrar una menor persecución judicial contra quienes explotan a mujeres y niños procedentes de Venezuela y Haití, ilegalidad que ha ido en aumento… “
Ahora, presenciemos un bochornoso desfile de delincuentes, delitos, corrupciones, violencias jurídicas e impunidades, que parten desde palacio. Participan personajes de carne y hueso, vivitos y coleando.
Inicia una carroza de narcos: Figueroa Agosto, Quirino y Quirinito, Arturo del Tiempo, Cesar el Abusador, y muchos más. Sigue la comparsa “lavadores”, compuesta por civiles, militares, funcionarios, y empresario. Ahora desfilan las jipetas de Felix Bautista, Diandino Peña, Rondón, Diaz Rúa, y la del Prof. Radhamés Camacho. Detrás, otras atestadas de funcionarios vestidos de papeletas.
Destaca una patana negra, atiborrada de letreros. Leemos: Caso Funglode, Caso Super Tucanos, Caso Sun Land, Caso Rosario dominicana, Caso OMSA, Caso OISOE, Caso Odebrecht, Caso Punta Catalina, Caso parques nacionales- sembrados de aguacates por la familia Medina-, Caso MINERD, Caso desayunos escolares, Caso sobrevaluación construcciones de hospitales y carreteras, Caso mochilas, Caso malversación de fondo en el combate del coronavirus, etc.
Cierra el espectáculo la lujosa carroza del candidato Gonzalo Castillo. Montados en ella vemos esqueletos, fantasmas y diablos cojuelos canturreando una letanía: “violación de leyes de contrataciones, adjudicación de obras a empresas propias, violación de la ley de licitación, firmante de obras concedidas a Odebretch bajo soborno, fortuna personal de origen inexplicable, violación de leyes electorales, violación del estado de emergencia, denuncia del periodista Marino Zapete. No alegran a nadie. Dan mucho miedo.
Y como si esos cuestionamientos no bastasen para descalificar al candidato oficialista, apenas hace una semana la prensa de la ciudad de Miami, USA, se hizo eco de la siguiente denuncia: “ La compañía “Helidosa Aviation Group” es sospechosa de transportar personajes del gobierno de Maduro con equipajes voluminosos, que pudieran ser dinero o paquetes de oro…”
Si luego de este muestrario, alguien insiste en votar por el candidato del PLD lo hará atendiendo a razones personales, económicas, familiares, partidarias, o pasionales. Elegirán, sin tener en cuenta el destino de este país, sus hijos, sus nietos, y mucho menos la moral y las leyes.