Obispos, municipalistas y médicos insisten en que se tomen acciones urgentes para frenar expansión de la epidemia que ha cobrado 897 muertes
Por sexto día consecutivo la República Dominicana registró más de mil casos de COVID-19, alcanzando 7,200 infecciones en menos de una semana, así como un total de 93 defunciones, situación que llena de preocupación a representantes de diversos sectores del país que exigen intervenciones urgentes por parte de las autoridades.
De acuerdo con el boletín epidemiológico 115, el sábado el país alcanzó un nuevo récord con 1,418 casos nuevos y 17 defunciones, con lo cual, el número de casos activos logró sobrepasar a la cifra de pacientes recuperados, con 22,176 y 21,459 casos, respectivamente.
Un dato que genera inquietud es el incremento de la tasa de positividad en las últimas cuatro semanas que continúa su tendencia al aumento, y ayer se colocó en 26.11%. Sin embargo, los datos del sábado reflejan una positividad superior a 40.07%. De manera concreta, de 3,538 muestras analizadas 1,418 dieron positivo, lo que significa que de cada 100 pruebas PCR realizadas, 40 resultaron positivas.
De los casos activos, 3,639 están aislamiento hospitalario y 18,537 están siendo tratados en sus hogares, mientras que, de las 17 defunciones reportadas, seis se produjeron en la provincia Espaillat, una en Bahoruco, cuatro en Santiago, cinco en la provincia Santo Domingo y una en San Cristóbal que sumadas con las anteriores ya alcanzan las 897.
Según el documento oficial, la situación hospitalaria tiende al agravamiento, puesto que el número de pacientes en Unidades de Cuidados Intensivos aumentó de 226 a 235, básicamente en centros de salud del Gran Santo Domingo, Santiago y Duarte.
Experto afirma sistema da signos de “estrés” pero no ha colapsado
Sin embargo, el director ejecutivo del Comité de Emergencia y Gestión Sanitaria (CEGES), Amado Alejandro Báez, consideró ayer que el sistema de salud de la República Dominicana no ha colapsado ya que aún cuenta con miles de camas disponibles y que lo que se requiere es hacer sinergias entre el sector público y privado.
Para el experto, el sistema muestra signos de “estrés”, especialmente en ciudades metrópolis, como el Gran Santo Domingo, Santiago, entre otras, y mayor flexibilidad en hospitales como Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar y Central de las Fuerzas Armadas, así como en los municipales de Bonao, Barahona y Neyba.
Un gráfico de la Dirección de Gestión de la información del Servicio Nacional de Salud, compartido por el galeno muestra que de las 3,304 camas de hospitalización para COVID-19 solo hay en uso 1,565 para un 47.37% de ocupación. Sin embargo, la situación es más delicada en las clínicas privadas, puesto que de las 855 camas disponibles, hay 664 ocupadas para un 77.66%, mientras que, en el sector público el porcentaje de ocupación es de apenas un 36.79%.
Quedan 133 UCI disponibles
La situación es más delicada en lo que respecta a las Unidades de Cuidados Intensivos, ya que de las 438 disponibles, tanto en el sector público como el privado, hay 305 ocupadas, para un 69.63%.
De las 167 camas con que cuentan los hospitales públicos para pacientes en estado crítico, están en uso 139, es decir, que solo quedan disponibles 28 camas. En tanto, de las 271 UCI con que cuenta el sector privado, quedan disponibles 105, para una ocupación de 61.25%.
En cuanto a los ventiladores, de 346 con que cuenta el sistema, hay 189 en uso para un 54.62% de ocupación, quedando menor capacidad en los hospitales públicos, donde solo hay disponibles 73 frente a los 84 de las clínicas privadas.
Partiendo de esos datos, el doctor Báez plantea que se debe trabajar en la optimización y mejor utilización de los recursos disponibles, establecer guías de estandarización y aumentar las capacidades locales.
En una serie de tuits publicada ayer, el galeno informó que sostuvo una reunión de trabajo con miembros del sector salud privado en la provincia La Altagracia, donde este fin de semana la Alcaldía suspendió todas las actividades sociales, deportivas y recreativas realizadas en los parques de la Salud y Don Carlos y otras áreas públicas del municipio ante el incremento del contagio de coronavirus. “Se trata de entender la realidad, dejar en sensacionalismo y seguir trabajando”, dijo el especialista.
“El impacto del 5 de julio empieza a verse el 19 de julio. Debemos seguir en prevención y aumento de capacidad”, advirtió Báez.
Municipalistas proponen cercos
Por su parte, el Foro de Municipalistas propuso ayer al liderazgo nacional la firma de un pacto nacional para el combate de la epidemia.
El presidente del colectivo, Domingo Matías, propuso al presidente Danilo Medina, al presidente electo Luis Abinader, congresistas, a los gobiernos locales y a la sociedad civil la firma de un pacto nacional para definir acciones conjuntas desde ahora y hasta el 16 de agosto que permitan mejorar la aplicación de estrategias para frenar la enfermedad.
Los dirigentes del Foro afirman que disminuido el nivel de crispación política tras la celebración de las elecciones es el momento oportuno para que las autoridades salientes y entrantes, coordinen junto a la sociedad civil, el sector privado y las comunidades científicas la posibilidad de establecer un cerco epidemiológico en aquellas provincias y municipios en las cuales se está agotando el porcentaje de camas y de Unidades de Cuidado Intensivos disponibles.
Consideran que se debe reflexionar sobre la factibilidad de retomar el estado de emergencia en el Gran Santo Domingo, Santiago de los Caballeros, La Vega, Duarte, San Cristóbal, entre otras.
Asimismo, el Foro propone que el equipo de transición entrante reciba todas las informaciones de gestión de la política sanitaria, de modo que puedan actuar sin retrasos y con la mayor eficiencia, ya que la transparencia y la rendición de cuentas deben primar en medio de la crisis.
Finalmente, los municipalistas aseguran que las acciones podrían ser más eficaces “si se ejecutan desde el territorio, desde cada vivienda, desde las propias comunidades y sus munícipes con la coordinación entre todos los sectores sociales y políticos”.
Médicos muestran preocupación
Al ser entrevistados en el programa radial “Los Sabios de la Z”, el ex presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), Wilson Roa, el neumólogo y miembro del Gabinete de Salud del Gobierno electo, Plutarco Arias y la neumóloga María Arias, externaron ayer su preocupación por la situación sanitaria del país.
Roa expresó que en el país no puede hablarse de rebrote, sino de una escalada ascendente del virus por lo que el confinamiento tiene que ser planteado en el corto plazo junto a un conjunto de medidas en el plano económico.
Vocero comision de salud de Abinader desmiente reunión
El pasado fin de semana circuló un audio en el que un supuesto médico del PRM informaba sobre una reunion con las autoridades de salud en la que las partes habrían acordado recomendar la aplicación de una serie de medidas restrictivas ante el incremento de casos de coronavirus. Sin embargo, la versión fue desmentida por Mario Lama, vocero del Gabinete de Salud del presidente electo, Luis Abinader.
“Nos desligamos del audio que circula en las redes, sobre esa especie y desconocemos los objetivos que se persigue con ella”, escribió el galeno y comunicador en su cuenta de Twitter.
Obispos sugieren una autocuarentena de 15 días
El arzobispo de Santo Domingo, Francisco Ozoria y el rector de la Universidad Católica de Santo Domingo (UCSD), Ramón Benito Ángeles, llamaron a la población a una auto-cuarentena de al menos 15 días para disminuir la propagación del coronavirus. Los religiosos pidieron tomar con conciencia, responsabilidad familiar y comunitaria ante las medidas de restricción impuestas por los organismos de salud.
“No le demos más lugar a la propagación de este contagio progresivo y exponencial. Un tiempo de disciplina es hoy día un imperativo moral para todos, autoridades y pueblo”, dijeron los religiosos en un comunicado.
Dr. Amado Báez
El impacto del 5 de julio empieza a verse el 19 de julio. Debemos seguir en prevención y aumento de capacidad”.
Domingo Matías
Al Foro le preocupa que la crisis sanitaria continúe disparándose a grados en los cuales se profundice el deterioro de la salud y la economía”.