Cada año, millones de musulmanes ayunan desde la salida del sol hasta la puesta durante 30 días como parte de la festividad del Ramadán.
En los últimos años, el Ramadán se ha celebrado coincidiendo con los meses de verano en el hemisferio norte, cuando los días son más largos y el clima más cálido.
Esto significa que algunos países, como Noruega, las personas ayunarán hasta 20 horas cada día este año.
¿Es esto bueno para tu salud?
En BBC te contamos qué es lo que le sucede a tu cuerpo cuando ayunas durante 30 días.
Comienzo: días 1 a 3
La parte más difícil son los primeros días
Técnicamente, el cuerpo no entra en un “estado de ayuno” hasta ocho horas después de su última comida.
Esto se produce cuando el aparato digestivo termina de absorber los nutrientes de los alimentos.Poco después, el cuerpo recurre a la glucosa almacenada en el hígado y en los músculos para proporcionar energía.
Una vez que se agotan las reservas de glucosa, la siguiente fuente de energía para el cuerpo es la grasa.
Cuando el cuerpo comienza a quemar grasa, esto ayuda a perder peso, reduce los niveles de colesterol y reduce el riesgo de diabetes.
Sin embargo, la caída en el nivel de azúcar en la sangre provoca debilidad y letargo.
Es posible que quien ayune experimente dolores de cabeza, mareos, náuseas e incluso mal aliento.
Es el momento de más hambre.
Cuidado con la deshidratación: días 3 a 7
A medida que su cuerpo comienza a acostumbrarse al ayuno, las grasas se descomponen y se convierten en azúcar en la sangre.
La ingesta reducida de líquidos durante el ayuno debe reponerse durante la noche, de lo contrario, la sudoración puede provocar deshidratación.
Las comidas deben contener niveles adecuados de ‘alimentos energéticos’, como carbohidratos y algo de grasa.
Es importante tener una dieta balanceada de nutrientes, incluyendo algunas proteínas, sales y agua.
El cuerpo se acostumbra: días 8 a 15
En la tercera etapa, quien ayuna verá cómo su estado de ánimo mejora a medida que tu cuerpo se adapta completamente al ayuno.
El doctor Razeen Mahroof, consultor en anestesia y medicina de cuidados intensivos en el Hospital Addenbrooke en Cambridge, dice que también hay otras ventajas.
“En la vida diaria normal, a menudo ingerimos demasiadas calorías, y esto puede evitar que el cuerpo realice adecuadamente otras tareas, como repararse a sí mismo“.
“Esto se corrige durante el ayuno porque permite al cuerpo desviar la atención a otras funciones.
Así que el ayuno puede beneficiar al cuerpo al facilitar la curación y también prevenir y combatir las infecciones”.
Desintoxicación: días del 16 al 30
Durante la última mitad de Ramadán, el cuerpo se habrá adaptado completamente al proceso de ayuno.
El colon, el hígado, el riñón y la piel pasarán por un período de desintoxicación a estas alturas
“En lo que respecta a la salud, en esta etapa, la función de los distintos órganos deberían volver a su capacidad máxima. La memoria y la concentración podrían mejorar y podría tener más energía”, dice el doctor.
“El cuerpo no recurre a la proteína para obtener energía. Esto es cuando entra en modo de ‘inanición’ y usa el músculo para conseguirla. Esto ocurre con un ayuno continuo prolongado de muchos días a semanas”.
“Como el ayuno de Ramadán solo tiene lugar desde el amanecer hasta el anochecer, hay suficientes oportunidades para recargarnos con alimentos y líquidos que aportan energía. Esto preserva los músculos pero también ayuda con la pérdida de peso”.
Entonces, ¿ayunar es bueno para nuestra salud?
El doctor Mahroof dice que sí, pero con una condición.
“El ayuno es bueno para nuestra salud porque nos ayuda a concentrarnos en qué y cuándo comemos. Sin embargo, aunque un período de ayuno de un mes puede ser bueno, no es recomendable hacerlo continuamente”.
“El ayuno continuado no es bueno para perder peso a largo plazo porque, eventualmente, el cuerpo dejará de convertir la grasa en energía, y en cambio lo hará con los músculos. Esto no es saludable y se traduce en que el cuerpo entra en ‘modo de inanición'”.
El doctor sugiere que fuera del Ramadán, el ayuno episódico, o la dieta 5:2, es decir, el ayuno durante un par de días a la semana entre días en que se come de manera sana, sería una alternativa más saludable que el ayuno continuo durante muchos meses a la vez.
“El ayuno de Ramadán, realizado correctamente, debería permitirle reponer sus suministros de energía cada día, lo que puede significar que pierda peso sin que su cuerpo queme valioso tejido muscular“.