Dice que no quería, pero que aceptó, no porque sea su deseo, sino porque el país le necesita. Rafael Correa ha confirmado este martes que concurrirá a las próximas elecciones presidenciales de Ecuador de 2021. Lo ha anunciado a la vez que presentaba oficialmente a quien le acompañará en la papeleta electoral: Andrés Arauz, un exministro de su Gobierno, desconocido hasta ahora en la primera línea de la política, que irá como candidato a presidente por el Frente Unión por la Esperanza (UNES).
UNES es la alianza que servirá de base para los afines al correísmo, tras la escisión interna en Alianza PAIS entre estos y los seguidores del actual presidente de Ecuador, Lenín Moreno. ”Jamás he buscado nada para mí. Eso no lo entendió el odio ni la mediocridad de mis enemigos y, por destruirme, no les importó destruir nuestra tierra sagrada. Pero por ese desafío, acepto esta candidatura”, confirmó Correa a través de una conexión virtual desde un pequeño despacho. El expresidente reside oficialmente en Bélgica desde 2017, cuando dejó el Gobierno ecuatoriano, y no ha regresado a Ecuador desde entonces, pues tiene una orden de prisión en su contra y una sentencia de ocho años de cárcel por sobornos aún pendiente de agotar la vía de los recursos judiciales.
Pese a la condena, pese a que la legislación ecuatoriana prohíbe la reelección después de dos mandatos y pese a que dejó Carondelet asegurando que no tenía intenciones de volver, Correa ha justificado su regreso a las urnas para defender a las “víctimas” de “un Gobierno negligente”, en alusión al Ejecutivo de Lenín Moreno. “Mi proyecto vital es mi patria, verla fuera del subdesarrollo”, dijo como preludio de su anuncio y de la presentación de quien aseguró, “será el presidente más joven”. Andrés Arauz, de 35 años, fue ministro coordinador de Conocimiento y Talento Humano al final del periodo correísta. Y, según el exmandatario, es un “rostro nuevo” como el que exige el país, al que “nadie le ha regalado nada por tener un nombre abolengo o por pertenecer a los grupos de poder”.
Además de imitar la fórmula con la que Cristina Fernández de Kirchner volvió al poder en Argentina, Correa y su número uno revalidarán sus nominaciones en las elecciones primarias de UNES de este jueves 20 de agosto, tras superar las “trampas, trampas y más trampas” que el exmandatario dice haber enfrentado para formalizar su participación en las presidenciales. El partido que le servía de base política -y con el que colocó a sus candidatos en los últimos comicios provinciales y municipales de 2019- fue suspendido por el Consejo Nacional Electoral acusado de no cumplir con las firmas de afiliados necesarias para la inscripción.
Aunque el expediente para la eliminación de Fuerza Compromiso Social sigue en marcha, el tribunal electoral dejó sin efecto la medida cautelar que imponía su suspensión y, por tanto, restauró el camino para la participación política. El partido es parte de la alianza UNES con la que Correa aspira a concurrir a las urnas. El siguiente escollo que deberá superar la candidatura del expresidente para, efectivamente, llegar a la convocatoria electoral de 2021 será la inscripción formal de la misma.
La normativa interna requiere que cada candidato registre su postulación de forma presencial, lo que obligaría a Correa a volver a Ecuador y, eventualmente, enfrentar a la Justicia. Su aspirante a presidente apostilló en el acto de presentación que cuentan con mecanismos para conseguirlo. “Tenemos firma electrónica, videoconferencia, notarios, consulados. Con estas herramientas vamos a inscribir a Rafael Correa como vicepresidente”, dijo Arauz.