Definitivamente, la construcción de la Central Termoeléctrica Punta Catalina ha sido la gran estafa al pueblo, ya que ni remotamente ha sido lo que se le prometió ni se vislumbra, por el momento, una solución a corto plazo al problema de la producción energética.
La construcción de esta obra ha sido tan frustrante para el pueblo que se ha sabido que el nuevo gobierno proyecta transformarla a fin de que opere con gas natural, en vez de carbón mineral como se proyectó en principio.
Se ha sabido de buena fuente que se han iniciado consultas con expertos, en el entendido de que dicha transformación traería consigo un considerable ahorro de dinero y se evitarían los daños ambientales que estaría provocando la actual operación con carbón mineral.
Se estimó que una de las preocupaciones oficiales es la gran cantidad de cenizas que está dejando la planta, las cuales, según moradores de comunidades vecinas, contaminan ríos, arroyos y otras fuentes hídricas, así como áreas verdes.
Animado por el éxito que han tenido ingenios del Grupo Vicini, que han comenzado a laborar con gas natural, el Gobierno ha decidido transformar esta termoeléctrica, inaugurada a comienzos del pasado agosto por el entonces presidente Danilo Medina.
La Central Termoeléctrica Punta Catalina está integrada por dos unidades de generación eléctrica de 376 MW brutos cada una. Está ubicada en el distrito municipal de Catalina, provincia Peravia, y genera energía a partir de la quema limpia de carbón mineral pulverizado.
La planta consta de un muelle carbonero con una capacidad máxima de 80,000 toneladas, sistemas de descarga y almacenamiento de carbón completamente cerrados, depósito de cenizas, almacén central para repuestos, plantas de producción de agua y de tratamiento de aguas residuales, una subestación eléctrica de 345 kV y 138 kV y las líneas de transmisión que conectan la energía que ella genera al Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI).
El caso es que la construcción de esta obra ha sido un fiasco, ya que no ha cumplido con las expectativas como se prometió, de que supuestamente sería la solución definitiva al problema de la generación energética en República Dominicana.
La construcción de esta obra sirvió de plataforma para que la mafia organizada que desgobernó el país durante los últimos ocho años se hiciera millonaria con acciones dolosas, por lo que corresponde a las actuales autoridades someterlos a la justicia e incautarles los bienes.