El expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha enviado un doble mensaje este martes desde Bruselas, uno al Estado español, al que ha vuelto a retar a aceptar los resultados de las elecciones del 21 de diciembre, sobre todo en el caso de que gane el bloque independentista en cualquiera que se sea finalmente su configuración. El otro mensaje iba dirigido a Europa, a quien ha reclamado que reaccione ante “una causa de derechos humanos”, porque “se están violando los derechos humanos con los compañeros que están encarcelados” y “Europa no puede tener a todo un gobierno en la prisión o en el exilio”.

En la primera entrevista a un medio catalán desde que él y los exconsellers Comí, Serret, Puig i Gordi y Ponsatí se fueron a Bruselas para internacionalizar el proceso, el exjefe del Govern, ha admitido la posibilidad de acabar en prisión en España si se concede la extradición, algo para lo que dicen estar preparados, pese a estar “cesado por un golpe ilegal del Estado español”. Por eso ha garantizado que “todo esto acabará en los tribunales internacionales”, tras lo cual ha advertido de que “no será la primera vez que España pasa vergüenza en los tribunales internacionales”, y ha citado los caso del expresidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, o el del presunto miembro de Ekin, Xabier Beortegui, que denunció torturas tras ser detenido por la Guardia Civil en enero de 2011 y Estrasburgo condenó a España por no investigar el caso.

“Todo esto acabará en los tribunales internacionales y no será la primera vez que España pasa vergüenza en los tribunales internacionales”

Puigdemont ha considerado por tanto necesario su labor y la de los exconsellers mencionados en Bélgica: “Por eso es necesario trabajar desde aquí, y por los catalanes a los que se les ha robado una legislatura”, mientras que “lo que sería inexplicable es que hubiéramos desaparecido”, ha diferenciado. El expresident ha llamado la atención sobre la resonancia del caso catalán al comentar que

 

“nos estamos dirigiendo al mundo, y el mundo, comparte o no, escucha”.

Al grupo del Govern cesado que permanece en el país europeo no se le ha ido nunca de la cabeza “la situación de los compañeros” que permanecen en prisión en España: “Los tenemos presentes a ellos y a ‘los Jordis’, porque “somos víctimas de una persecución política”, ha asegurado el president. Y en este punto ha argumentado las razones por las que decidieron irse a Bruselas:

“El odio y las ganas de venganza contra quienes les provocaron, según ellos, una derrota humillante, no presagiaba nada bueno”, ha explicado Puigdemont. Al tiempo, ha señalado que “la internacionalización ayuda a los compañeros encarcelados”.

El Estado había preparado “una ola de represión y de violencia de la que nos harían responsable a nosotros” como consecuencia del éxito de la movilización del 1-O y del parón de país del 3-O