El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, y autoridades locales de Brasil inauguraron oficialmente las obras del puente que unirá ambos países en la Ruta Bioceánica, un proyecto que busca acercar a América del Sur a Asia.
Pese a la ausencia a última hora del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, que no logró aterrizar en la ciudad paraguaya de Carmelo Peralta por una tormenta, Abdo Benítez y el gobernador del estado brasileño de Mato Grosso do Sul presentaron el lunes la futura ruta que conectará Brasil con el océano Pacífico, con la mira puesta en fortalecer las exportaciones de toda América del Sur hacia Asia.
El puente internacional que unirá las localidades de Carmelo Peralta, en Paraguay, y Porto Murtinho, en Brasil, servirá a la Ruta Bioceánica, proyecto que apunta a conectar el puerto brasileño de Santos, en el Atlántico, con dos terminales chilenas del Pacífico (Antofagasta e Iquique), a través de territorio paraguayo y argentino.
El proyecto costará 102 millones de dólares y es el único tramo que falta para terminar de conectar esta carretera internacional. Y asfaltar, así, un territorio que hasta ahora nunca en la historia tuvo asfalto, el alto Chaco paraguayo.
El proyecto de la Ruta Bioceánica unirá América del Sur con Asia. Foto: EFE
Apuesta al comercio
La nueva ruta Bioceánica potenciará las relaciones comerciales y sociales entre los países que cruza: Brasil, Paraguay, Argentina y Chile, y también mejorará la conexión con Bolivia. El otro país sin salida al mar de América del sur, como Paraguay.
El presidente brasileño había anunciado su visita a la frontera, pero la suspendió a último momento por una tormenta que le impedía volar.
Su par de Paraguay dijo en su discurso que “en los primeros días de enero se estaría reagendando su presencia”, ya que, consideró, esta obra “es un lazo de amistad” entre ambos países y Bolsonaro “quiere estar aquí” para “instalar la piedra fundamental”.
La presencia en esa población del Chaco paraguayo del mandatario local y del gobernador de Mato Grosso do Sul, Reinaldo Azambuja, ante toda la prensa convocada al evento, llevó a las autoridades a celebrar una ceremonia de protocolo, tal como estaba anunciada.
Disputa por las tarifas eléctricas
El encuentro entre Bolsonaro y Abdo Benítez era muy esperado. Al margen de la ceremonia, era la ocasión de que ambos acercasen posturas sobre la tarifa energética de la represa Itaipú para 2022.
Paraguay quiere mantener la tarifa eléctrica de Itaipú en 2022, pero Brasil pretende reducir los precios.
Las disidencias ya llevan varios meses respecto a este punto aunque el canciller de Paraguay, Euclides Acevedo, aseveró en más de una oportunidad que la posición de su país es “invariable” por lo que esperan que Brasil termine cediendo en su postura respecto a la energía.
El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez y otras autoridades, el lunes en su visita a las obras en la ciudad de Carmelo Peralta. Foto: EFE
Paraguay entiende que mantener los precios puede beneficiar a ambas partes y, por ello, espera buenas señales de su país vecino.
Brasil, en tanto, fundamenta su posición en cláusulas del llamado Anexo C del tratado constitutivo de Itaipú, que establece la división de la energía de la represa y que, a su vez, deberá ser renegociado en 2023, cuando se cumplirán 50 años de la firma del acuerdo.
Ese anexo establece que cada país recibe el 50% de la energía y debe venderle al otro socio aquella que no utiliza, pero Paraguay satisface su demanda con casi el 10% de la electricidad de Itaipú, por lo que el resto acaba en Brasil y a precios inferiores a los del mercado.
Ambos mandatarios se encontrarán de manera virtual en pocos días, ya que Brasil organiza la Cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur) el jueves 16 y el viernes 17.
Fuente: EFE y RFI