Escuelas, negocios y oficinas públicas cerraron mientras los manifestantes coreaban “¡Fuera Jovenel!”. “No podemos seguir viviendo así”.
Líderes de la oposición en Haití y sus simpatizantes afirman que están enojados por la corrupción pública, la inflación creciente y el desabasto de combustible que ha obligado el cierre de muchas gasolineras en la capital. Los proveedores de gasolina han exigido que el gobierno, que tiene poco dinero en efectivo, les pague los más de 100 millones de dólares que les debe.
Los manifestantes también exigen una investigación más profunda sobre las acusaciones de que altos funcionarios del gobierno previo malversaron millones de dólares de un plan petrolero subsidiado por Venezuela.