SANTO DOMINGO. Ciento cincuenta millones de dólares y subiendo. Es la cifra aproximada que el sector privado calcula que ha invertido en la Ciudad Colonial. Es el efecto llamada que produjo la inversión de los 30 millones de dólares de la primera parte del préstamo del BID para la recuperación del centro histórico y fomento del turismo de Santo Domingo.
En entrevista a este diario, la directora del Programa de Fomento al Turismo, Maribel Villalona, calculaba hace unos meses que eran 100 millones. Desde entonces, acotan los empresarios, se han seguido creando negocios, remozando casas, adecuando hoteles con fuerte presupuesto. Y las cifras que se manejan en la Zona en el sector inmobiliario empiezan a ser muy respetables.
Pero el impulso privado ha encontrado un obstáculo que no esperaba. Diferencias entre políticos han frenado la segunda parte del proyecto. Con un préstamo de 90 millones de dólares ya aprobado por el BID e incluido en el presupuesto nacional, la disputa por la dirección del Programa y la administración de los fondos está dejando que los plazos para concretarlo se agoten.
“Es absurdo dejar perder el préstamo”, reflexiona un empresario contactado por DL, “la imagen de la gestión de todos ellos se vería muy favorecida si la Ciudad Colonial termina de recuperarse”.
Tanto Villalona como el alcalde David Collado han negado en diferentes escenarios que estas inversiones provengan del bolsillo de una o dos familias, como se empeña el rumor popular. Las cifras de los pequeños y medianos negocios abiertos en los últimos tres años es importante, más de 500. El Ministerio de Turismo, que ha dirigido la primera etapa, inauguró recientemente un laboratorio informático al servicio de los micronegocios en la Ciudad Colonial.
Cómo y quién dirige la segunda etapa del proyecto. La opinión recogida entre vecinos y empresarios es que la segunda etapa es fundamental y que el equipo técnico ya formado es el que debiera continuarlo. No solo porque es impensable dejar un proyecto de esta envergadura a medio talle, sino porque la segunda etapa incide en la habitabilidad, en la vivienda, y es un objetivo compartido por todos (BID, sector privado, vecinos, alcaldía y gobierno) que la Ciudad Colonial sea nuevamente elegida como sector de primera vivienda para familias dominicanas.
Y para lograr eso, se lamenta un ingeniero que trabaja en la rehabilitación de varias viviendas familiares, “el sector público tiene que volver a aparecer”. Calles, movilidad, aceras, seguridad, ordenanzas de ruido, limpieza… ninguno de esos renglones son competencia de la empresa privada que, insiste, creyó en el Programa y está invirtiendo dinero. Pero se han dejado pasar dos años y solo quedan otros dos de gestión, tanto para las autoridades municipales como las gubernamentales.
A lo largo de los años se han formulado muchos estudios para la Ciudad Colonial, comenta un ingeniero: “No nos podemos permitir el lujo de que venga un nuevo equipo de expertos a comenzar a levantar otro plan. No tenemos tiempo”.
Ante la propuesta de que sea un fideicomiso la vía para administrar los fondos del préstamo, otro empresario, este de la restauración, resume: “Formar ese fideicomiso llevará otra vez mucho tiempo. Pueden hacerlo mientras se trabaja con el préstamo del BID. El sector privado respondió en una proporción de 1 a 4 a la inversión pública. Ahora no pueden detenerse”.
Esta semana tendrán lugar algunas reuniones entre las autoridades involucradas. Además, se presentarán obras que se llevaron a cabo durante la primera etapa, entre ellas el Hotel Francés y el próximo mes se lanzará la campaña de comunicación del plan de estrategia turística de la Ciudad Colonial y Santo Domingo.
¿Se anunciará también el inicio de la segunda etapa de su recuperación?