El estudio genético sobre la ansiedad más grande realizado hasta la fecha, un análisis masivo del genoma de aproximadamente 200.000 veteranos militares del ejército de los Estados Unidos, acaba de encontrar algunas de las variantes biológicas relacionadas con el trastorno de ansiedad. La investigación, liderada por la Universidad de Yale, y la cual se publica esta semana en la revista especializada American Journal of Psychiatry, analizó la gran base de datos genética del VA Million Veteran Program -MVP- de la Oficina Estadounidense para la Investigación, Desarrollo y Administración de Salud de Veteranos, para identificar las regiones del genoma humano relacionadas con el riesgo de padecer ansiedad.
Los hallazgos podrían conducir a una nueva comprensión y tratamiento de este trastorno, el cual, según la Organización Mundial de la Salud -OMS- afecta en la actualidad a más de 260 millones de personas en todo el mundo, y que en España, país a la cabeza de Europa en el consumo de sedantes, al menos 1 de cada 10 personas sufre sus síntomas.
Según el Daniel Levey, del VA Connecticut Healthcare Center y la Universidad de Yale, y uno de los coautores del estudio, los hallazgos son “un importante paso hacia adelante en la comprensión de los trastornos de ansiedad y de cómo la genética determina ciertas condiciones mentales”.
Un fantasma llamado ansiedad
La ansiedad se caracteriza por ser una alteración de la percepción de la realidad. Quien la sufre anticipa una amenaza futura, real o ficticia, pero generalmente de un modo irracional.En los trastornos de ansiedad, estas preocupaciones están fuera de proporción, lo que lleva en ocasiones a quien la padece, a un estado de angustia, nerviosismo, aflicción e incluso discapacidad, que en los peores casos pueden resultar patológicos e incluso cronificarse.
Solo un tercio de las personas con trastornos de ansiedad recibe tratamiento. Algunas formas de psicoterapia, como la terapia cognitiva conductual, han demostrado ser efectivas, al igual que ciertos medicamentos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. Sin embargo, en otros campos de conocimiento, como el de los estudios genéticos, se han llevado a cabo enfoques de medicina de precisión, adaptando el tratamiento farmacológico a los perfiles genéticos y bioquímicos individuales de los pacientes en relación a una serie de enfermedades. Y esto es precisamente lo que los investigadores esperaban de su experimento, es decir, entender la causas o condicionantes genéticos de la ansiedad en aras de mejorar los tratamientos existentes para tratarla.
Para ello compararon los genomas de casi 200.000 personas. Tras dicho análisis los científicos identificaron 5 ubicaciones en el genoma humano relacionadas con la ansiedad en los estadounidenses de ascendencia europea, y 1 en los americanos de ascendencia africana, las cuales podrían aumentar el riesgo de padecer trastornos de ansiedad, explican los científicos.
Depresión, estrés y otros compañeros de viaje
Los trastornos de ansiedad a menudo aparecen acompañados por otras afecciones psiquiátricas. En su estudio, el equipo de Levey, postula que esta superposición con otros trastornos puede tener una base genética. Así, unos de los grupos de genes identificados ya se había relacionado previamente con el riesgo de desarrollar trastorno bipolar o esquizofrenia.
El estudio también muestra una superposición genética entre los síntomas de ansiedad y depresión, trastorno de estrés postraumático -TEPT– y neuroticismo, un rasgo de la personalidad que se ha demostrado que aumenta el riesgo de padecer ansiedad y otros trastornos relacionados con esta. Los resultados apoyan la idea de que la superposición con estos otros rasgos se debe, al menos en parte, a una comunidad genética significativa, según los investigadores. “Este es el conjunto de resultados más rico para la base genética de la ansiedad hasta la fecha”, declara Joel Gelernter, profesor de genética y neurociencia en Yale. “Hasta ahora no teníamos explicación para la coexistencia de la ansiedad y la depresión y otros trastornos de salud mental, pero aquí hemos encontrado rasgos genéticos específicos y compartidos”, añade.
A la búsqueda de un enfoque femenino
“Si bien se han realizado muchos estudios sobre las bases genéticas de la depresión, muchos menos han sido los que se han centrado en las variantes relacionadas con la ansiedad” explica Murray Stein, psiquiatra distinguido y profesor de psiquiatría, medicina familiar y salud pública en la Universidad de California en San Diego, quien también explica, que también habría que incidir de manera muy necesaria en un enfoque hacia las mujeres en este tipo de estudios, ya que intrigantemente los científicos han encontrado una fuerte relación de la ansiedad con un gen involucrado en el funcionamiento de los receptores de estrógeno, una hormona sexual femenina.