La cumbre más esperada del año al final no se celebrará. Donald Trump ha rechazado reunirse con Kim Jong-un. Para el periódico ruso Vzglyad, el presidente estadounidense ya ha agotado toda posibilidad de hacer promesas sin fundamento y de hacer publicidad de sí mismo y una reunión en igualdad de condiciones no le sale a cuenta al estadounidense.
La posibilidad de que la cita del 12 de junio en Singapur podría no tener lugar ha ido cobrando fuerza durante mediados de mayo, cuando Corea del Norte dijo que podía negarse a celebrar la cumbre si EEUU seguía exigiendo al país desnuclearizar completamente la península coreana de manera unilateral. Si bien el presidente estadounidense anunciaba que durante la semana del 28 de mayo todo se aclararía, el líder estadounidense prefirió no esperar y el 24 de mayo envió una carta a Kim Jong-un:
“Esperaba con mucha ilusión poder reunirme con usted. Lamentablemente, y a la luz de la hostilidad y de la tremenda ira que desde Corea del Norte se han manifestado con sus últimas declaraciones, considero inapropiado, en este momento, mantener tal esperada reunión. Como consecuencia, le ruego considerar esta carta como la notificación oficial de que la cumbre entre ambos países no tendrá lugar”, escribía Trump.
Las declaraciones hostiles y de tremenda ira a las que se refería el presidente estadounidense, motivo suficiente para cancelar la reunión, salían el día anterior de boca de la viceministra de Exteriores norcoreana, Choe Son Hui, quien avisaba a Estados Unidos de que Corea del Norte “también puede hacer que EEUU saboree una tragedia como nunca ha experimentado ni imaginado hasta ahora”, según publicaba la agencia de noticias estatal norcoreana.
Choe Son Hui solo respondía a las amenazas que desde Washington lanzaron a Pyongyang y que se hicieron oír durante estos últimos días por parte del dirigente estadounidense. Amenazas de guerra.Si por un lado primero Trump insinuó que a Corea del Norte se le podía aplicar “el mismo escenario que a Libia”, su vicepresidente, Mike Pence, dijo claramente que Washington no pensaba hacer ninguna concesión y que si Kim no “firmaba un acuerdo para la desnuclearización completa, verificada e irreversible de la península norcoreana”, entonces “esto acabaría como acabó para Libia”, recuerda Vzglyad en su artículo.
Te puede interesar: ¡No tengo ganas de encuentro! Trump decide cancelar su reunión con Kim Jong-un
“Es decir, que EEUU exige al Gobierno de Corea del Norte su desarme unilateral y en caso contrario le amenaza con el asesinato [de Kim Jong-un] y con atacar al país y después les sorprende que desde Pyongyang salgan este tipo de declaraciones”, añade el periódico.
Las declaraciones de Choe Sin Hui para la agencia de noticias norcoreana continuaban respondiendo a las declaraciones de Pence: “Como persona que trata con Estados Unidos, no puedo salir de mi asombro ante el torrente de palabras ignorantes y estúpidas que hizo salir de su boca el vicepresidente de EEUU… Nosotros nunca le rogaremos a EEUU dialogar ni nos molestaremos en tratar de persuadirlos si no quieren sentarse a nuestro lado”. Y seguía: “Que se siente EEUU a negociar o escoja una lucha nuclear depende solo de la decisión de Washington y de sus acciones”.Para Vzglyad, si bien el líder estadounidense puso como excusa estas declaraciones, la verdad es bien distinta. La razón “no fue la retórica norcoreana”. A Trump le dio miedo una reunión “que no le daba ninguna razón para declararle a él mismo ganador”.
Te puede interesar: Xi Jinping y Kim Jong-un dan un sacudón a Occidente
“El hecho está en que Kim desde el principio no tenía la intención de desarmarse ante Estados Unidos. Pero toda la propaganda de Washington se basó en el hecho de que Trump estaba consiguiendo que el líder norcoreano aceptase renunciar a las armas nucleares y a sus miles. ¿Comprendió Washington que sus objetivos eran inalcanzables? Sí, pero en este juego era necesario hacer ver que Estados Unidos estaba listo para cualquier escenario, hasta para una solución nuclear para la cuestión coreana”, escribe en su artículo.
Trump necesitaba una victoria que fuese anunciada a bombo y platillo y en más de un frente. En el extremo este con China, la potencia que se ha convertido en el principal dolor de cabeza para EEUU y cuya presión se deja ver en todos los frentes, incluido el coreano. En casa, donde Trump debe ganarse la confianza de su electorado. Pero estas victorias solo eran posibles en caso de que Kim, el 12 de junio, jurase que se iba a desarmar.
Eso no iba a pasar en Singapur, prosigue el artículo. ¿Qué esperaba conseguir Trump al aceptar —en realidad, al proponer— la reunión? “La respuesta no es simple porque estamos lidiando con varios factores a la vez”, explican en Vzglyad.”Primero, Trump decidió reunirse con Kim por sí mismo y, debido a su carácter y a su limitada comprensión sobre la cuestión norcoreana, creyó durante un tiempo que lograría aplastar al líder del país”, opinan.
“Segundo, para Trump era muy importante la dimensión nacional. Jugando ‘la carta coreana’ proyectaba ante sus ciudadanos la imagen de un presidente fuerte, que gusta y que está preparado para negociar”.
“Tercero, para Trump era importante presionar a China desde diferentes lados y la cuestión coreana le pareció una buena forma de conseguirlo. El límite para seguir presionando se agotó hace tiempo, así que ya era hora de cerrar el capítulo coreano”.
Tema relacionado: Finaliza el desmontaje del polígono nuclear Punggye-ri en Corea del Norte
Una reunión sin ningún tipo de sustancia ni resultado habría sido una derrota para Trump. El presidente estadounidense ha preferido no arriesgarse, concluye Vzglyad.