Tres artefactos explosivos fueron detonados esta madrugada en diversas iglesias católicas de Santiago de Chile en protesta por la visita del papa Francisco al país, que comienza la próxima semana.

En los lugares fueron hallados panfletos, algunos de ellos hacían alusión al conflicto mapuche y además tenían amenazas al papa Francisco.

El Gobierno llamó a la calma, calificando estos hechos como aislados. No obstante, dijo que se presentarán querellas y que ya comenzó la investigación por parte de la fiscalía y policías para dar con el responsable de estos hechos.

“Siempre hemos manifestado que los chilenos tienen derecho a manifestarse y por lo tanto siempre autorizamos todas las manifestaciones  peticiones que hay que van desde 15 personas a 40.000. Lo único que hemos pedido siempre a todos los organizadores es que lo hagan en el marco de la ley y de la tranquilidad que merece todo el resto de chilenos”, aseguró el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, respecto a las autorizaciones que están pidiendo muchos grupos opositores a la visita del sumo pontífice para poder realizar marchas en contra esta.

Según el ministro, estas peticiones no han llegado de manera formal.