Se estima que cerca de 1.000 personas murieron desde que comenzó, en junio, la temporada de lluvias del monzón en India.
En el estado de Kerala, en el sur del país, las lluvias provocaron inundaciones y deslizamientos de tierra que dejaron más de 320 muertos y, de acuerdo con el órgano estatal para enfrentar desastres, más de 200.000 familias damnificadas.
El Departamento Meteorológico de India retiró la alerta meteorológica roja de todos los distritos, aunque algunas áreas todavía siguen bajo el agua.
Los helicópteros de la Fuerza Aérea están transportando a la gente que se quedó varada en los tejados de las viviendas y han arrojado suministros de emergencia y alimentos a quienes aún no pudieron ser rescatados.
Las autoridades dijeron que los equipos de socorro están concentrados en la localidad ribereña de Chengannur, donde se teme que unas 5.000 personas están atrapadas.
Saji Cherian, miembro de la asamblea legislativa de Chengannur, rompió en llanto en una transmisión por televisión, el viernes, cuando describía la crisis en su comunidad.
“Por favor, dennos un helicóptero. Se los ruego. Ayúdenme, la gente en mi lugar morirá. Ayúdennos. No hay otra solución, la gente tiene que ser transportada por aire“, indicó el funcionario.
El domingo, el primer ministro del estado, Pinarayi Vijayan, prometió “salvar incluso a la última persona varada“.
Docenas de embarcaciones, incluyendo buques de la armada, se usaron en las labores de evacuación.
Las autoridades dicen que se desplegaron un total de 38 helicópteros y 20 aviones para ayudar en las labores de rescate y para llevar suministros de emergencia y alimentos a muchas áreas.
Este hombre fue fotografiado cuando esperaba por un helicóptero para que lo rescatara.
Algunos sobrevivientes en los centros de acogida dijeron que pasaron días sin agua ni alimentos.
A los esfuerzos de las autoridades, se unieron miles de voluntarios.
Todos los vehículos disponibles fueron usados para evacuar a la población.
Esta mujer llora tras ser rescatada con su hijo en Aluva.
Algunos pobladores intentaron salvar a sus animales.
De acuerdo con cifras oficiales, miles de casas fueron destruidas o quedaron gravemente dañadas.
Se estima que dos millones de personas fueron desplazadas por las lluvias.
Los monzones duran de julio hasta septiembre.