La Policía Federal (PF) de Brasil acusó al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva por “corrupción pasiva y lavado de dinero”, tras afirmar que el Instituto Lula recibió donaciones de 4.000.000 de reales, equivalentes a 985.000 dólares, por parte de la empresa constructora de Odebrecht, entre diciembre de 2013 y marzo de 2014.
El informe final de la PF fue firmado por el comisario Dante Pegoraro Lemos y forma parte de una investigación abierta en el año 2015 en contra de Lula.
Según el texto, los fondos transferidos por Odebrecht bajo el título de donaciones, “se tomaron de una especie de cuenta corriente de soborno informal mantenida por la empresa”.
“Hay sólidos indicios de la práctica de delitos de corrupción activa y pasiva, considerando el pago de sobornos a agentes públicos en razón del cargo por él [Lula] anteriormente ocupado”, afirma el documento, citado por el portal O Globo.
El informe se remitirá al Ministerio Público Federal, que decidirá si presenta o no una denuncia formal contra los implicados.
Al respecto, el abogado Cristiano Zanin Martins, quien defiende a Lula, afirmó que la acusación no tiene sentido. “Las donaciones al Instituto Lula fueron formales, desde origen identificado y sin ninguna consideración”, explicó.
“En el momento de las donaciones, Lula ni siquiera era un agente público, y el beneficiario era el Instituto Lula, una institución que tiene como objetivo preservar los objetos que integran el patrimonio cultural brasileño y que no debe confundirse con el individuo del expresidente”, afirmó Zanin Martins.
Además del exmandatario, también fueron acusados el presidente del Instituto Lula, Paulo Okaotto; el exministro de Economía, Antonio Palocci; y el expresidente de la empresa, Marcelo Odebrecht.