SANTO DOMINGO.-El primer día de las medidas dispuestas por el Poder Ejecutivo de mantener cerrados los comercios que no se dedican al expendio de alimentos, medicamentos y combustibles fue acogido parcialmente por la población.
A pesar de que esas medidas encaminadas a disminuir la amenaza del coronavirus en la población, algunos establecimientos cuyo perfil no están dentro de esas disposiciones permanecían abiertos.
Durante un recorrido realizado por periodistas de EL DÍA se pudo observar bancas de lotería, gomeras e importadoras que ofrecieron sus servicios de forma habitual.
Desde primeras horas de ayer centenares de personas se abastecían de alimentos de la canasta básica en el Mercado Nuevo de la avenida Duarte, pese a disposiciones del Gobierno para contener la propagación del virus.
Visitantes de ese mercado que fueron consultados dijeron que salieron de sus casas encomendados a Dios, indicando que procuraban comprar lo que les hace falta para luego aislarse en sus hogares y asumir la emergencia nacional.
“Salí a comprar los alimentos rápido, pero no sé qué comprar; todo está caro. Voy hacer lo mío rápido y me voy para mi casa”, indicó uno de los clientes.
A pesar de que el Ministerio de Salud Pública hizo un llamado a la población de que evitara las aglomeraciones y concentraciones, decenas de personas se amontonaban en los comercios y entidades bancarias, mientras que la mayoría no usaba mascarillas ni guantes. Solo unos pocos se veían en las calles utilizándolos.
¿Por qué salir?
Con un pedazo de pan en sus manos y dándole algunos mordiscos, un joven se encontraba en un colmado del Distrito Nacional, mientras explicaba que salió de su casa únicamente a comerse eso, pero en seguida termine se internará en el hogar como medida protocolar ante el coronavirus.
Fue solo uno de los tantos casos que se hicieron evidentes ayer durante el recorrido de nuestros reporteros, donde las calles y avenidas del Gran Santo Domingo que solían tener concentraciones masivas de personas, parecían enlutadas. A penas circulaban unos que otros vehículos y peatones.
Algunas de las personas consultadas en las calles y comercios tenían muy pendientes el llamado realizado por el Gobierno de que debían aislarse en sus domicilios para evitar contagios y la propagación del coronavirus, pero, según explicaban salían a comprar, vender o trasladarse por mera necesidad.– publicidad —
Tal fue el caso de Rafael González, padre de cinco hijos, vendedor de ensaladas, quien deseaba quedarse en casa con su familia, pero los compromisos económicos le obligan a salir en busca del pan de cada día.
Pedro Jiménez, dependiente de colmado, indicó que las ventas iban bajas, pero estaba dispuesto, si era necesario, hasta cerrar el negocio para acuartelarse en el hogar.
La misma situación se manifestaba en las paradas de transporte público, tales como mototaxi y carros de concho, donde los pasajeros eran escasos.
“La situación está precaria, la gente ha acogido el llamado (de estado de emergencia), los pasajeros están lentos”, manifestó Nelson González, chofer.