SANTO DOMINGO.-  La aplicación del voto automatizado por la Junta Central Electoral en las elecciones de 2020 peligra, luego de que cinco partidos notificaran ayer su oposición al sistema.

Se recuerda que el presidente la Junta, Julio César Castaños Guzmán, y los demás miembros del pleno decidieron que el voto automatizado sería utilizado en febrero solamente si existe “el consenso unánime de todos los partidos políticos reconocidos”.

En la comunicación firmada por los presidentes de los partidos Bloque Institucional Socialdemócrata (BIS), Unidad Nacional (PUN), Quisqueyano Demócrata (PQDC) y el vicepresidente de la Fuerza Nacional Progresistas (FNP), expresan que se oponen a la utilización del sistema automatizado en las elecciones de 2020, por lo que solicitan que se retome el sistema tradicional de las boletas físicas para las elecciones municipales, presidenciales y congresuales de 2020.

“No estamos de acuerdo. Tampoco existe ninguna clase de consenso entre los partidos del sistema, estimándose que tras una evaluación ponderada de sus efectos no puede utilizarse en los próximos, plantea el documento depositado ante la Secretaria General del organismo electoral.

Entre sus observaciones expresan que el sistema automatizado careció de soporte energético, se denunció tanto la inexistencia como la falta de operatividad de los servicios, el padrón de electores por mesas no correspondió al que procedía, con una diferencia mayor que la final entre dos candidatos.

Luego de las primarias del pasado seis de octubre, el expresidente Leonel Fernández denunció un supuesto fraude, ya que a los equipos automatizados supuestamente se les introdujo un algoritmo que permitió la victoria de su contendor Gonzalo Castillo. En ese sentido, solicitó a la Junta que se realice una auditoría técnica forense a los equipos para determinar si fueron manipulados. Aunque esta petición fue escuchada y aprobada por el pleno de la Junta, aun no se ha realizado la licitación internacional para dicho estudio, pese a que fue aprobado por el pleno, que busca con esto demostrar que el voto no es “jaqueable”.